Asumió la Secretaría General del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el 2007 para hacer mancuerna con Beatriz Paredes y tratar de reagrupar y fortalecer a su partido tras la derrota en las elecciones presidenciales con el panista Vicente Fox, Jesús Murillo logró la operación necesaria que dicen algunos encamino al priismo de regreso a los Pinos y hoy está de vuelta para preparar la asamblea nacional del tricolor.
Si bien es cierto la imagen del ex gobernador de Hidalgo no atraviesa por el mejor momento tras los constantes señalamientos de diputados y organizaciones sociales sobre el caso Ayotzinapa y ahora “pegasus” el famoso software comprado para espionaje, lo más importante para el priismo por ahora, es resolver sus diferencias internas y el golpeteo de los diferentes grupos frente a las decisiones que se avecinan.
Por eso según los priistas, han apostado por uno de sus mejores operadores políticos respetado hasta por los opositores para conducir la asamblea de donde surgirán señales importantes de la vía por la que apostarán para tratar de retener la presidencia de la república, no hay muchos y hoy no se tiene una dirigencia nacional totalmente fortalecida, por eso afirman se requiere del ex Procurador General de la República.
Serio como es, de gesto duro, el originario de Mineral del Monte y fundador del grupo político que dio paso al relevo generacional que se mantiene hoy más vigente que nunca en los diferentes espacios del poder en el gobierno federal y estatal, tendrá como una encomienda inaplazable de aquí al 20 de agosto fortalecer la unidad y convencer a los diferentes actores del priismo, que la única manera de ganar electoralmente será con alianzas reales y evitar que los tiempos desborden a los aspirantes y sus seguidores.
De mi tintero. Es un hecho que no habrá grandes eventos para el primer informe del gobernador Omar Fayad Meneses, que apostará por la austeridad y el mensaje claro de los resultados que se han tenido en el primer tramo de su naciente administración…El mandatario hidalguense confió también a legisladores federales que se acabaron los eventos de inauguración, donde se gastaba más que el costo de la misma obra y de paso anunció el relevo completo en la estructura del Partido Revolucionario Institucional (PRI).