La Convocatoria comenzó a circular desde el jueves, las y los aspirantes a los cuatro cargos que estarán en disputa en Hidalgo el 4 de junio, tendrían un encuentro privado con el jefe político de los morenistas, en un hotel de la capital y se les pedía discreción para evitar filtraciones, inconformes o medios de comunicación, pues se tendrían mensajes importantes previos al arranque de las campañas municipales y distritales.
Los más de 111 asistentes llegaron desde las 17:30, aunque la reunión estaba programada a las 19:00 en el hotel Best Western Santa Cecilia en el Río de las Avenidas, fueron advertidos que debían dejar sus teléfonos celulares, para evitar alguna grabación, no tuvieron alternativa, la gran mayoría llevaba más de un asistente que tuvieron que esperar en el área de recepción o en los vehículos que pronto saturaron el estacionamiento.
Al interior, los grupos se formaban, todos con caras de alegría, prácticamente no había uno que no haya sido elegido por le jefatura política, mientras que los dirigentes de los partidos políticos de Morena y Nueva Alianza, Marco Antonio Rico y Sergio Hernández, intercambiaban puntos de vista y daban la bienvenida a sus huestes.
El esperado mensaje llegó, fue breve, apenas 20 minutos, dicen quienes ahí estuvieron, previamente fueron los dirigentes morenista y aliancista Rico Mercado y Hernández Hernández, respectivamente, quienes tomaron el micrófono para reconocer el liderazgo del gobernador, lo que desató el ya conocido “gobernador, gobernador”.
Pero no hubo un pronunciamiento extraordinario de Julio Menchaca, fuera del llamado a la unidad y reforzar las campañas locales para que el mensaje de cinco votos en las boletas de todo el estado, sea paralelo y no haya diferencia que provoque traspiés y evite llegar al ansiado millón de votos prometidos a la aspirante presidencial Claudia Sheinbaum.
Eso sí, hubo un marcado rechazo a quienes no estaban y dejaron de ocupar sillas como aliados, para convertirse en adversarios, el Grupo Universidad (GU); Partido del Trabajo (PT) y Verde Ecologista (PVEM), y aunque había entre los asistentes quienes aún se identifican con alguna de las tres membresías, tuvieron que guardarse sus comentarios.
Para muchos, fue un cierre de filas antes del arranque de las campañas que desatan la principal euforia y un llamado aunque tenue, a tener una operación cicatriz en cada uno de los municipios, distritos y regiones por donde pisen los elegidos, proceso que por cierto, no está en la agenda de los llamados operadores políticos del gobernador.
De mi tintero… La historia afirman, comenzó a tejerse en las oficinas morenistas, donde el dirigente Marco Antonio Rico, canalizaba a los aspirantes a candidatos a alcaldes para contratar a la empresa de Manolo García, que reforzaría su presencia en encuestas, pues está desplazaba todo un equipo con servicios a los municipios para la operación de “posicionamiento garantizado” quienes cayeron, dicen haber depositado desde 500 mil hasta un millón de pesos y hoy amenazan con denunciar a ambos personajes pues nada resultó… En donde nada más no avanzan es en el PRI, donde el ex gobernador Francisco Olvera, no logra convencer ni a los mismísimos integrantes del desaparecido grupo la Joya, algunos de plano ya más cansados que otros, abandonaron el barco y eso que esto apenas inicia, así que, aseguran sus cercanos que, al candidato a diputado federal no le quedó de otra que llamar a su viejo conocido Gerardo Sosa, para que le ayude en su campaña.