Con la idea de mejorar la apariencia estética y con la intención de evitar deformaciones en la dentadura la señora Carolina Benavides Mayorga decidió llevar a su hija María Fernanda con un dentista sin imaginar que un tratamiento erróneo le ocasionaría años de dolor y le robaría la sonrisa a su pequeña quien hoy vive llena de limitaciones y en la tristeza ante la pérdida inevitable de al menos 8 piezas dentales, por lo que hoy exige justicia y castigo al responsable.
El calvario inició en el año 2008 cuando la madre de la menor decidió llevarla con el dentista Agustín Villegas Flores titular del consultorio Odonto Infantil Pachuca recomendado por amistades y familiares por su prestigio en la capital del estado, después de placas, moldes y numerosos estudios empezó el tratamiento de ortodoncia ya que la menor presentaba el problema de tener los caninos retenidos por lo que le colocaron una especie de arcos o alambres para tratar de jalarlos y colocarlos en su lugar.
Desde el inicio del tratamiento la menor presentó fuertes dolores y sangrados sin embargo el responsable del procedimiento argumentaba que era normal, así trascurrieron 3 años donde las piezas dentales de la menor sufrían desplazamiento ,hasta que finalmente se le practicó una cirugía que lejos de beneficiarla le ocasiono dolores aún más intensos, sangrados más frecuentes de encías derivando en una resorción de raíces y debilitamiento del maxilar superior, lo que significa que la pequeña perderá 4 incisivos superiores y 4 inferiores en cuestión de tiempo.
Alarmada ante la situación la señora consulto diferentes especialistas en la entidad y el Distrito Federal quienes le confirmaron que gracias a un tratamiento erróneo la raíz de los dientes de la menor fue arrancada de la encía por lo que ya no hay nada que los sostenga, desafortunadamente no existe una solución inmediata al problema ya que es necesario que la afectada quien tiene 13 años cumpla la mayoría de edad para ser sometida a un implante de piezas dentales pues en este momento su maxilar que fue severamente dañado no lo soportaría y podría romperse.
Aunque existe una averiguación previa por el delito de responsabilidad profesional y lesiones ante el ministerio público esta no ha dado resultados, las afectadas exigen el castigo del culpable por cometer una negligencia clara y afectar gravemente a una menor tras un tratamiento con un costo de 40 mil pesos con resultados fatales, así como la reparación del daño que consiste en el pago del implante de piezas dentales con los cambios necesarios de por vida, ya que estas piezas tienen un tiempo de vida máximo de 10 años y con un costo elevado.
La madre de familia exige que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto ya que se siente desamparada y considera que los derechos de su hija como menor y como mujer no están siendo respetados, pide que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes que hasta el momento se encuentran inexplicablemente detenidas y se le retire la cedula y la licencia a este dentista pues ha ocasionado un daño muy grave e irreversible ya que la niña tiene muchas limitaciones que afectan su vida y desarrollo, además de que se regule y verifique a los dentistas que presten el servicio de manera privada.
Por su parte el director de averiguaciones previas de la PGJEH Cuauhtémoc Díaz Granados confirmó que existe una averiguación previa iniciada los primeros meses de este 2013 con número 12/DAP/R/II/387/2013 donde la madre de la menor afectada denuncia los delitos cometidos en ejercicio de una actividad profesional y técnica en la cual manifiesta su inconformidad basándose en el diagnóstico de otros dentistas que señalan un tratamiento negligente.
Díaz Granados aseguró que dicha averiguación sigue en curso y se están integrando pruebas, radiografías y opiniones técnicas, además se solicitará la intervención de la comisión de arbitraje médico para determinar si se cometió un delito que en caso de comprobarse alcanzaría una pena de entre 6 meses y un año de prisión con la posible inhabilitación para ejercer la profesión, finalmente el funcionario comentó que la resolución de este caso se prevé en breve aunque no determinó una fecha.
Mientras el proceso continúa María Fernanda sigue a la espera de justicia, no puede comer lo que cualquier niño de su edad, las frutas, dulces, galletas están prohibidas, todo debe comerlo en trozos pequeños, ya que una sola mordida podría causar que se quedara sin dientes, tampoco realiza actividades físicas ni esfuerzo pues teme que con los movimientos bruscos sus piezas dentales se desprendan, su vida ha cambiado radicalmente ahora es una niña triste, donde el dolor constante es su compañero y ha borrado su sonrisa pues cada mañana se levanta con el miedo de perder sus dientes.