El Sistema Integral de Transporte Masivo de Hidalgo (SITMAH) mejor conocido como Tuzobùs, tiene nuevas rutas que apuntan a una troncal de grave corrupción que mezcla intereses de uno de los transportistas más poderosos del estado y quizá autoridades de la administración anterior, pues a dos años de su operación y una inversión pública de más de 600 millones de pesos, sigue siendo poco eficiente y dependiente absoluto de recursos públicos.
En las últimas semanas, se ha hecho evidente la crisis que enfrenta la Sociedad Anónima Promotora de Inversión de C.V. (SAPI) creada con 501 concesiones y más de 250 empresarios, pues estos no encuentran la manera de ser autosuficientes, regular gastos, mejorar los traslados de miles de capitalismos y tampoco obtener ingresos económicos.
El negocio planeado inicialmente a los concesionarios, se desmorona, las utilidades han sido pocas a pesar del dinero que se inyecta continuamente y que hasta ahora suman poco más de 600 millones de pesos, sin sumar los más de 40 que les debe el gobierno estatal y los 8 millones que mensualmente les suministra para gastos operativos.
Las principales sospechan apuntan a Joaquín Gutiérrez, presidente y principal accionista de la SAPI, a quien sus socios señalan de malos manejos y cuentas poco transparentes, además de manipular el consejo de administración con la imposición de su hijo como gerente.
La Secretaria de Transporte y Movilidad como principal regulador y concesionario del servicio, logró por fin después de dos años que se pueda ejecutar una auditoría a la SAPI con la aprobación de la mayoría de la asamblea, lo que permitiría descubrir el manejo y destino que se ha tenido de la inversión y subsidios mensuales de la administración estatal, sólo falta lo más importante que pueda ejecutarse.
El ejercicio permitirá a los socios conocer si el negocio del tuzobùs era rentable como se los prometieron a cambio de la entrega de sus 500 concesiones o sólo fue un engañó promovido por Joaquín Gutiérrez y quienes impulsaron desde la anterior administración estatal su ejecución y que según versión de los transportistas, estarían eventualmente beneficiándose aún del tuzobùs.
De mi tintero… Las versiones promovidas de supuestos ambientalistas y grupos contrarios a la instalación de la cervecera de grupo Modelo en el altiplano, fueron calladas al presentarse los estudios técnicos de viabilidad y sustentabilidad hídrica en la zona… no habrá sobreexplotación de mantos, ni tampoco se dejará sin agua a las zonas pobladas cercanas a donde se asentará la nueva procesadora de Modelo, por el contrario mantendrán proyectos de eficiencia en recursos naturales y será una de las plantas con mayor tecnología y aprovechamiento de energías renovables.