El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva que busca restringir de manera drástica las solicitudes de asilo en la frontera con México, en lo que supone una de sus medidas migratorias más duras.
Esa orden, que entrará en vigor este mismo martes, permitirá a las autoridades estadunidenses deportar a quienes no cumplan unos estrictos estándares de asilo cuando se supere la cifra de 2 mil 500 detenciones diarias en la frontera, detallaron a la prensa altos funcionarios estadunidenses.
Las restricciones seguirían vigentes hasta dos semanas después de que el número diario de encuentros sea igual o menor que mil 500 al día entre puertos de entrada, en un promedio de siete días.
Una vez que la orden entre en vigor, los migrantes que lleguen a la frontera pero que no expresen temor de regresar a sus países de origen estarán sujetos a ser expulsados de inmediato de Estados Unidos en cuestión de días e incluso de horas.
Esos migrantes enfrentarían penas que podrían incluir una prohibición de cinco años de volver a entrar a Estados Unidos, así como la posible presentación de cargos penales.
Mientras tanto, cualquier persona que exprese ese temor o la intención de buscar asilo será examinada por un oficial de asilo de Estados Unidos, pero con unas normas más estrictas que las que se utilizan actualmente. Si la persona aprueba el proceso, podrá buscar formas más limitadas de protección humanitaria, incluida la Convención contra la Tortura de la ONU.
La última vez que el número promedio diario de arrestos por cruzar ilegalmente desde México estuvo por debajo de 2 mil 500 fue en enero de 2021, el mes en que Biden asumió el cargo. La última vez que el número de encuentros en la frontera se redujo a mil 500 al día fue en julio de 2020, en el apogeo de la pandemia de la Covid-19.