- · Encabezará un gobierno que busque el mayor consenso posible
- · Los pactos políticos deben derivar en acciones legislativas y no en bloqueos legislativos
Para el coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, Francisco Rojas, el de Enrique Peña Nieto no será un gobierno del miedo ni débil, porque surge de una elección legítima y legal.
Además, recalcó que el que encabezará el priista mexiquense será un gobierno que buscará el mayor consenso entre los mexicanos para alcanzar el objetivo de tener un México más justo, más democrático, más libre.
Eso no quiere decir que haya tibieza ni falta de mano firme para que la conducción del país sea ordenada y con objetivos claros, sostuvo el líder cameral, tras afirmar que “no debe haber ningún temor a que haya un gobierno débil”.
Ese es el camino a seguir, luego de referir que el triunfo del candidato presidencial Enrique Peña Nieto fue rotundo, y apuntó que es muy complicado o casi imposible cometer un fraude generalizado en la elección, pero es más complicado hacerlo selectivo y que solamente fuera destinado a la elección presidencial.
Lo que hay es un mal perdedor, dijo a los reporteros que cubren las actividades de la Cámara de Diputados, a quienes señaló que hay quienes no saben respetar el resultado de una elección — es la segunda vez que lo hace –, acotó.
Hace seis años, pidió la nulidad abstracta; ahora, la invalidez de la elección; hace seis años, solicitó un presidente sustituto; ahora, un presidente interino, cuando — precisó Francisco Rojas — la del primero de julio fue una jornada comicial ejemplar que se quiere manchar con diversas manifestaciones.
“Cada vez que se pierde y no se reconoce hay que inventarlos pretextos correspondientes”, subrayó, al tiempo que hizo votos para que antes o máximo el 6 de septiembre, las instituciones electorales correspondientes determinen lo conducente y la elección concluya con la ratificación del presidente electo.
Se pronunció porque las manifestaciones de la izquierda no conduzcan a mayores resentimientos y controversias entre mexicanos, porque no se vale poner a los15 millones de personas que votaron por López Obrador, en contra de los 19millones que votaron por Peña Nieto o de los 13 millones que votaron por el PAN.
Advirtió que estos resentimientos sociales lo único que logran es alentar la pugna entre los propios mexicanos e iniciar movimientos sociales que sabemos siempre donde empiezan, pero no podemos saber o predecir como acaban.
El líder parlamentario señaló que sucesos como los que se registran en algunas tiendas de autoservicio, la formación de grupos que no hacen si no generar incertidumbre, contribuyen a la incertidumbre, cuando ya tenemos suficiente con los problemas de inseguridad, como para que todavía le impongamos incertidumbre en materia política.
Refrendó que todo ello tendrá que llegar a su fin, y se espera que ello ocurra a más tardar el 6 de septiembre, y a partir de ahí construir el periodo de transición del gobierno del presidente Calderón al gobierno del presidente Peña Nieto, y que el país empiece a tomar su rumbo con la conformación del Congreso, que será a finales de este mes.
Francisco Rojas señaló que los mexicanos tenemos que acostúmbranos a cada vez hacer más política, más negociaciones y, sobre todo, tratar que los pactos políticos se deriven en acciones legislativas y no en bloqueos legislativos.
Eso es acción de la política, pero si los actores que intervienen en la política se traicionan entre ellos, va a ser muy difícil llegar a consensos, pero si tenemos objetivos suficientemente atractivos para todos los puntos de vista, estoy seguro – dijo — que el Congreso puede marchar bien.
Además, prosiguió, no participaría de la visión que hay de que es un Congreso que no tiene ninguna movilidad y que no le sirve a los intereses del país. Este Congreso es derivado de la nueva actitud democrática que hemos tenido en el país desde hace 15 años en donde no hay mayorías.
Recordó que cuando había mayorías muy importantes en el Congreso y que las tenía el gobierno, también se negociaba, siempre se ha negociado, sostuvo.
“Me ha tocado ver en gobiernos anteriores la forma de negociación en donde el Ejecutivo negociaba con el Legislativo casi de uno por uno de los legisladores. Eso de que había el gran dedo que decía: estova y esto no, era la impresión final, pero atrás había un gran trabajo político y legislativo”, concluyó.