El gobierno del estado quiere dejar de ser el principal empleador e impulsar lo que no se ha logrado en las últimas décadas, que sea la iniciativa privada la que genere las plazas que hoy demandan tanto de egresados de universidades como quienes han quedado desempleados en diferentes circunstancias.
Una de los principales problemas e indicadores desfavorables en Hidalgo es el del empleo, en la mayoría de las regiones se carece de oportunidades y las pocas empresas que existen tienen salarios y prestaciones muy bajas, como para permitir un crecimiento económico sostenido.
Las estadísticas muestran que la zonas metropolitanas de Pachuca, Tulancingo y Tula el principal empleador es el servicio público, es de los gobiernos federal, estatal y municipal, cuya burocracia se volvió obesa y obligó a las autoridades de la actual administración a iniciar ajustes y con ello se acabó el ingreso para miles de familias, lo que se ha reflejado en la demanda de servicios y prestaciones.
Por eso, el anuncio de la llegada de empresas privadas al estado genera aliento y perspectiva, pues comienza a abrirse el abanico de opciones para quienes se encuentran desempleados o bien son recién egresados.
La política agresiva para atraer inversionistas, a quienes se les abre el una serie de posibilidades para colocar su capital a permitido que el actual gobierno este muy cerca de la meta que se había planteado de generación de empleos a través de la iniciativa privada.
Las ocho nuevas empresas que invertirán 3 mil 325 millones de pesos significan oxígeno puro, sobre todo porque se trata de empresarios serios, de firmas nacionales y extranjeras que se caracterizan por la solidez de sus proyectos y sobre todo por tener planes de expansión que permiten crecer en la demanda de mano de obra.
Hoy el secretario de desarrollo económico imprime una nueva visión a esta dependencia y la convirtió en un instrumento que permite acelerar la atracción de inversiones.
El paquete de reformas y la ventanilla única que se abrió al inicio de la actual administración han sido una de las vías que han permito convencer a firmas como la JAC-GIANT MOTOR y GICSA que estarían generando junto con seis empresas, más de seis mil quinientos empleos.
Esta es una cifra récord para Hidalgo pues nunca se había logrado en ocho meses tener este tamaño de inversiones y de expectativas de ocupación formal con ingresos por encima del promedio nacional.
Por eso el contrapeso importante que se genera con estas nuevas industrias es importante, pues el mensaje que se envía es que se debe apostar por la iniciativa privada como principal generador de crecimiento económico y no el gobierno como el principal empleador en el estado.