- Mal de amores
¿Quién en un domingo se ha resistido a desayunar un tamal bien caliente, envuelto en hoja de maíz o de plátano?; ¿Quién no ha degustado de la “tamaliza”, en el trabajo o la escuela, el 2 de febrero de cada año?
Ante estas preguntas, las y los mexicanos contestamos afirmativamente de manera unánime, porque además de tener un sabor muy agradable, nos enorgullece contar con un producto comestible derivado del maíz, que nos ha sido heredado desde la época prehispánica.
Los tamales también significan fiesta y alegría en diversas celebraciones, aunque no existe registro histórico que determine con precisión desde cuándo se consumen, para festejar el Día de la Candelaria.
La palabra tamal proviene del náhuatl y significa envuelto, existen tantas variantes en sabores y tamaños, como culturas y tradiciones existen en nuestro país.
Nos congratula saber que en este año que comienza, el gobierno del Estado, convocó a la ciudadanía pachuqueña por primera vez, a reunirse para deleitarse con siete zacahuiles, dos mil tamales de hoja de maíz y mil de hoja de plátano, que fueron repartidos entre los asistentes, en el marco de esta fecha religiosa.
No dejemos que se pierda esta tradición, donde satisfacemos a nuestro paladar y que además enaltece nuestra gastronomía, sigamos consumiendo tamales.