Claudia Sheinbaum asumió este martes como la primera mujer presidenta de México para el sexenio de 2024 a 2030 en una ceremonia en la Cámara de Diputados a la que asistieron casi una veintena de mandatarios internacionales y cientos de representantes de países y organismos multilaterales.
Portando un vestido color marfil que fue bordado a mano por Claudia Vásquez Aquino, artesana de Santa Maria Xadani Oaxaca, Sheinbaum prometió ante ambas cámaras guardar y hacer guardar la Constitución.
“Protesto guardar y hacer guardar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y las leyes que de ella emanen, y desempeñar leal y patrióticamente el cargo de presidenta de la República que el pueblo me ha conferido, mirando en todo por el bien y prosperidad de la unión; y si así no lo hiciera, que la nación me lo demande”, exclamó la presidenta.
Tras su toma de protesta, Andrés Manuel López Obrador se quitó la banda presidencial y se la entregó a Ifigenia Martínez, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, quien se la entregó finalmente a Sheinbaum como parte del acto protocolario de su investidura como la nueva mandataria del país, la primera mujer que gobernará el país tras más de sus 200 años de ser república.
Sheinbaum emitió su primer discurso como mandataria, en el que resaltó el lugar histórico que tiene el ahora expresidente y que por primera vez en México llega al poder una mujer.
“Es tiempo de transformación y es tiempo de mujeres, durante mucho tiempo las mujeres fuimos anuladas, a muchas de nosotras nos contaron desde niñas una versión de la historia que nos quería hacer creer que el curso de la humanidad era protagonizado únicamente por hombres, poco a poco esa visión se ha ido revirtiendo. Hoy sabemos que las mujeres participaron en las grandes hazañas de la historia de México desde diferentes trincheras y también sabemos que las mujeres podemos ser presidentas, con ello hago una respetuosa invitación a que nombremos presidenta con “a” al final al igual que abogada, soldada, bombera, ingeniera con “a” porque como nos han enseñado, sólo lo que se nombra existe”.
Sheinbaum también aprovechó para reconocer a las heroínas de la patria y a las invisibles que lucharon por un sueño y alzaron la voz.
“Las indígenas, las trabajadoras del hogar, las bisabuelas que no aprendieron a leer y a escribir porque la escuela no era para niñas, llegan nuestras tías que encontraron en su soledad la manera de ser fuertes. A las mujeres anónimas, que desde las calles o sus lugares de trabajo lucharon por ver este momento. Llegan nuestras madres que nos dieron la vida y después volvieron a dárnoslos todo. Nuestras hermanas que desde su historia lograron salir adelante y emanciparse. Llegan nuestras amigas y compañeras, nuestras hijas hermosas y valientes y nuestras nietas, las que soñaron con la posibilidad de que algún día no importaría si naciéramos siendo mujeres u hombres sin que nuestro sexo determine nuestro destino, llegan todas ellas que nos pensaron libres y felices”, destacó.
Ante López Obrador, Sheinbaum también resaltó el lugar histórico que tiene el ahora expresidente.
“El dirigente político y luchador social más importante de la historia moderna, el presidente más querido, solo comparable con Lázaro Cárdenas, el que inició y terminó en su mandato con más amor de su pueblo y para millones, aunque a él no le gusta que se lo digan, el mejor presidente de México, el que inició la revolución pacífica de la cuarta transformación de la vida pública de México”, sostuvo
“Gracias, gracias, ha sido un honor luchar con usted, hasta siempre hermano, amigo compañero Andrés Manuel López Obrador”.
El pasado 2 de junio, Sheinbaum Pardo se coronó como la ganadora de las elecciones presidenciales más grandes de la historia al obtener 35 millones 924 mil 519 votos, lo que representó el 59.76 % del total de la votación; 32 puntos por encima del segundo lugar.