El Instituto Estatal Electoral no ha podido consolidarse como un árbitro confiable, autónomo y tampoco puede presumir de gozar de la confianza de los electores y de algunos partidos políticos que siguen viendo parcialidad e ineficacia en sus decisiones sobretodo en la última elección concurrente donde fueron exhibidos en más de una ocasión por el propio Instituto Nacional Electoral, los Tribunales Electorales y hasta el propio gobierno del estado no oculto evidenciar la influencia que tiene en el IEEH.
En más de una ocasión, la consejera presidenta fue llamada por el entonces responsable de la política interna, Salvador Elguero para pedirle corrigiera sus procedimientos, incluyera a funcionarios electorales y diera entrada a recursos de algunos partidos políticos.
Quienes estuvieron en la llamada mesa política, no dudan en señalar que Guillermina Vázquez era tratada como empleada del gobierno y no como la responsable ni mucho menos consejera presidenta del Instituto Estatal Electoral.
Es cierto, mientras haya dependencia presupuestal del ejecutivo hay una especie de sometimiento del organismo que recurrentemente tiene que acudir a negociar con secretarios de finanzas, de gobierno, de planeación y hasta de la Contraloría y con ello recibir recomendaciones de cómo debe actuar antes, durante y después del proceso.
Es el mismo caso del Instituto Nacional Electoral, solo que la gran diferencia es que el organismo nacional nunca ha vendido su autonomía ni tampoco ha puesto en duda su trabajo en favor de algún partido o candidato, por el contrario, sus enfrentamientos han sido continuos con los actores políticos, con dirigentes de partidos y hasta con representantes legislativos que han derivado en guerras y campañas sucias y a pesar de todo sigue ahí como una de las 3 instituciones más creíbles de este país.
Quizá por eso es que se esperaba un trabajo del organismo menos cuestionado y más enfocado a fortalecer su credibilidad y autonomía pues tenía el respaldo del Instituto Nacional Electoral que trabajo con ellos en la parte técnica y ahí no hubo una mancha en el papel, pero no, Guillermina Vásquez y sus consejeros la dejaron pasar.
Hoy la relación con la nueva administración estatal es similar que con la anterior es decir sigue siendo una extensión o mejor dicho una dependencia más del ejecutivo, sin voz y mucho menos autoridad moral y respeto porque no lo ha sabido ganar.
De mi tintero… La próxima semana estará de visita en Hidalgo el director del Instituto Mexicano del seguro social Mikel Arriola para la apertura de una nueva clínica y con ello, reforzar el trabajo de la delegada María de Lourdes Osorio Chong.