Empezaron el jueves a medio día con un solo objetivo: arrebatarle el récord guinness que tenía Alemania y de paso llevarse a casa un carro nuevo, para ello, 57 jóvenes hidalguenses, todos ellos universitarios y dueños de los mejores promedios iniciaron una larga batalla literalmente pegados a un auto todo esto dentro de los festejos de la feria de Pachuca, Hidalgo 2013.
Oralia Vega, titular de la operadora de eventos de Hidalgo señaló que esto surgió a raíz de una propuesta que les hicieron de llevar a cabo un concurso con jóvenes estudiantes universitarios de un promedio de 10 a 9 lo vimos dijo, muy ambicioso y ese es el caso de poder tocar a nuestros patrocinadores.
Las reglas establecían que tenían que mantener sus labios pegados al auto, quien separa aunque fuera por un instante la boca quedaba fuera.
Uno a uno fueron quedando eliminados, el cansancio, el hambre y el clima fueron haciendo mella en cada uno de ellos aun cuando cada hora tenían derecho a 5 minutos de descanso para ser revisados por médicos que estaban de planta ahí y comer algo.
Llego el viernes y a las 21:30 horas el récord de 32 horas seguidas besando un auto que tenían desde el 2009 en la feria de Frankfurt, Alemania cayó, fue batido por 31 jóvenes que aún permanecían en pie.
Pero fue hasta este domingo cuando Ernesta Hernández Ambrosio de 22 años y Jesús Juárez Vite de 21, originarios de Tlanchinol y Calnali respectivamente, se alzaron con el triunfo.
Para certificarlo estuvo presente Johanna Hossling, adjudicadora de Guinness World Records quien confirmó que ambos ya habían roto el récord de Alemania pero “quieren el carro me imagino que se van a quedar hasta ya no den más y quién sabe si lo tendrán que parar porque ya se expone demasiado entonces habrá empate pero todo eso me lo describen en la evidencia que lo mandan a la oficina”.
Ernestina Hernández la chica que resultó ganadora se dijo feliz, señaló que no venía con ese propósito pero “una vez que estaba aquí dije vine por algo y me lo tengo que llevar siempre dije que quería un automóvil y hasta que lo logre”.
Por su parte Jesús Hernández Vite confeso que se sentía recompensado y esto lo tomaba como una oportunidad que la vida le estaba dando después de cometer algunos errores por lo que su triunfo se lo dedico a su familia.
Al final, ambos se llevaron un auto último modelo cada uno pero lo mejor dijeron, fue saber que su nombre estará inscrito como los dos hidalguenses que establecieron oficialmente un nuevo récord mundial con 76 horas besando un auto.