- Mal de amores
Pareciera el guión de una película sanguinaria, que exhibe tres momentos funestos de una mujer que enfrentó con valentía la adversidad: La primera muerte de Marisela Escobedo fue cuando le asesinaron a su hija, de tan solo 16 años; la segunda, cuando las instancias del poder judicial, deciden absolver al asesino confeso y la tercera, cuando en diciembre de 2010 le dieron un balazo en la cabeza que terminó con su vida.
En agosto de 2008, Rubí Marisol Frayre, de 16 años, fue asesinada en Ciudad Juárez, Chihuahua, por su pareja, Sergio Rafael Barraza. Desde ese momento, Marisela Escobedo, madre de Rubí, luchó arduamente para conocer su paradero, repartiendo volantes, uniéndose a grupos de madres en busca de hijas desparecidas y acudiendo a medios de comunicación.
A pesar de su declaración de culpabilidad, Sergio Barraza fue liberado meses después, porque la fiscalía de Chihuahua no pudo comprobar el delito, posteriormente después de evadir la justicia, se integró al grupo criminal de los Zetas y el 16 de noviembre de 2012 murió en un enfrentamiento con militares en el estado de Zacatecas, donde Marisela Escobedo había señalado una y otra vez que allí se encontraba; por la autoría intelectual de Barraza, ella fue ultimada en las puertas del Palacio de Gobierno en Chihuahua.
Han pasado14 años de este caso de ignominia nacional, que no quedará en el olvido, porque nos recuerda la digna lucha que todos los días miles de mujeres tienen que emprender para poder acceder a la verdad y a la justicia, en un país en donde prevalecen altas tasas de violencia y altos índices de impunidad.