El sistema penitenciario del estado no sólo acumula señalamientos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), por hacinamientos y deplorables condiciones que impiden la rehabilitación de los 4 mil 500 internos, multiplica los de corrupción, abusos y extorsiones que alcanzan al actual subsecretario de reinserción social, Germán Trejo Hernández.
En los expedientes, en manos de este columnista, internos y los mismos trabajadores del sistema penitenciario piden freno a las arbitrariedades que se cometen en los Ceresos, donde cada reo de acuerdo con su condición, debe realizar pagos para su estancia en diferentes áreas o bien el uso de servicios como telefonía y televisión, ambos prohibidos por el sistema penitenciario estatal.
En la pasada administración, la ex subsecretaria de Reinserción Laura Talamantes García, recomendada y protegida de Víctor Fayad, hermano del ex gobernador Omar Fayad Meneses, enfrentó acusaciones de supuestos sobornos y actos de corrupción, que nunca pasaron de la Secretaría de Seguridad estatal, ni tampoco cuando más de 50 mujeres iniciaron un movimiento ante los presuntos abusos de reubicación; la ex funcionaria quien también desempeñó cargos en la administración federal, terminó su gestión, con un récord de 17 reos fugados, la cifra más alta en los últimos cinco sexenios, entre ellas la más violenta ocurrida en Tula, el primero de diciembre del 2021 cuando José Artemio Maldonado Mejía, alias “el Michoacano”, se evadió junto con ocho presos más.
Hoy, las cosas no parecen cambiar mucho, de Talamantes García a Trejo Hernández, la diferencia son los apellidos, él acumulando cinco investigaciones en la CNDH por el cobró de 100 mil pesos, para que los reos puedan disfrutar de la llamada ZP como le conocen a la Zona Protegida en el Cereso de Pachuca, celdas con mayores garantías, dispositivos electrónicos, celulares y computadoras, 50 mil por evitar el traslado de reos a penales federales de otras entidades y pagos semanales de 10 mil pesos para permitir el ingreso de objetos restringidos.
Las acusaciones han llegado a la Unidad de Asuntos Internos de la Secretaría de Seguridad desde el año pasado, con las fotografías de los expedientes, celdas ZP, cartas de internos, familiares e incluso de los actos vandálicos en el domicilio del subsecretario Germán Trejo, donde manos anónimas realizaron pintas acusándolo de los actos de corrupción, pero nada ha pasado, no hay hasta ahora, una investigación formal de los hechos.
El que sí parece estar dispuesto a integrar los expedientes es la CNDH, que desde hace más de un mes mantiene a dos visitadores a cargo de los casos y ya integran todas las pruebas necesarias para emitir las recomendaciones, aunque bien haría la Secretaría de Seguridad en adelantarse y corregir las irregularidades del cuestionado sistema penitenciario, antes de que lleguen incluso al edificio de Plaza Juárez.
De mi tintero… En el Congreso del estado, preparan una especie de pre comparecencias, a las que han llamado “plenarias” a las que sólo asistirán los integrantes de las bancadas de Morena y Nueva Alianza, además de los diferentes secretarios del gabinete estatal, el propósito es allanar el camino y ensayar para que no haya ninguna alteración en las comparecencias, los encuentros semi privados iniciarán el próximo miércoles 2 de octubre…Ya tampoco el senador Gerardo Fernández Noroña, hoy presidente del Senado, apoya al Grupo Universidad, pues no sólo se desmarcó hace una semana de los hermanos Sosa y de Cipriano Charrez, a través de las redes sociales, por haberlo engañado para asistir a Ixmiquilpan a un evento de afiliación del Partido del Trabajo (PT) hoy ya no los recibe, ni tampoco les toma la llamada, lo que confirma que los enlaces y “acuerdos” “nacionales”, cada vez son menos.