Cuando el entonces Secretario de Educación Raúl González Apaolaza firmo un convenio con una empresa refresquera para garantizar la exclusividad de refrescos Pepsi-cola y sus derivados en las tiendas escolares, se descubrió el jugoso negocio que representaba la venta de comida en las más de 7 mil escuelas del nivel básico y la cantidad de corrupción que se movía al interior de este departamento y que alcanzaba a niveles de la propia Secretaria y que hoy nuevamente se confirman.
La Contraloría confirmó a través de su área en la Secretaría de Educación, que mantiene abierta una investigación en contra de Amelia Mota Ángeles y cinco funcionarios más del departamento de tiendas escolares y la separación momentánea de sus cargos de estos empleados señalados por actos de corrupción.
Oficialmente la contralora de la SEPH, ha dicho que se recibió una denuncia particular y es partir de ahí que se inició el procedimiento que podría terminar con una denuncia penal, de comprobarse que se exigían dinero para la entrega de las tiendas.
Sin embargo, lo que extraoficialmente se tiene es que ante los indicios encontrados, se ha profundizado en él trabajo y se ha encontrado que familiares de funcionarios tiene en su poder al menos el 50 por ciento de las 7 mil 839 y que aparentemente parte de la red de corrupción alcanzaría al Subsecretario de Educación Pablo Pérez, quien además de estar informado de las negociaciones turbias, fue beneficiado con ellas.
De resultar cierto, la Secretaría de la Contraloría Flor de María López González no se quedará con la investigación en su escritorio y no será su área la que tenga que ocultar las irregularidades, por lo que seguramente el expediente será enviado al palacio de gobierno, donde se decidirá sí se procede contra los funcionarios que arroje la investigación o solo se quedará como hasta ahora en la separación de Amelia Mota.
De mi tintero. Las redes sociales en manos de los políticos han sido en muchas casos desastrosas, sobre todo porque lo dejan en manos de familiares que aparentemente son expertos y terminar convirtiéndose en sus peores dolores de cabeza… Un ejemplo es la diputada María Gloria Hernández Madrid, quien dio la potestad a su sobrina Alejandra Pavón Madrid, para manejar sus cuentas de twiter y Facebook, y el resultado ya lo vimos, la entrega de sus libretas son “superpoderes”, no se hubiera convertido en nota estatal, de no ser porque la mencionada que también es regidora electa, comenzó a responder muy ofendida a los familiares de los estudiantes del cobaeh de Emiliano Zapata, por el incumplimiento de la diputada federal de entregar tablets a sus ahijados… Luego de la exhibida en redes la legisladora hasta fecha le puso para cumplir con sus compromisos
Columna de Leonardo Herrera.
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