A un año del sismo que dejó 369 personas fallecidas, más de 12 millones de personas afectadas y cuantiosos daños materiales en los estados de Chiapas, Oaxaca, Tabasco, Tlaxcala, Hidalgo, Puebla, Morelos, Guerrero, Estado de México y la Cuidad de México, se realizó un macro simulacro en la mayor parte del país.
Con un minuto de silencio en memoria de las personas fallecidas en los sismos de 1985 y 2017, a las 13:14 horas del miércoles 19 de septiembre inicio el macro simulacro, dos minutos después, se activó la alerta sísmica en los altavoces de la Ciudad de México, así como en las aplicaciones de los teléfonos celulares y medios de comunicación, donde se simuló un terremoto de una intensidad de 7.2 grados con epicentro en Acatlán de Osorio, Puebla.
Por su parte Servicio Sismológico Nacional participó en el simulacro y emitió una serie de mensajes en sus redes sociales y página electrónica, con la información de un sismo hipotético de magnitud 7.2, con epicentro a 35 kilómetros al este de Acatlán de Osorio, Puebla. Cada mensaje o publicación incluyó información sobre el proceso de reportes sísmicos. Con la etiqueta “#MacroSimulacro2018”, los mensajes se pudieron diferenciar de los reportes habituales.
El objetivo de este simulacro es recordar las tragedias que se vivió en 1985 y 2017 en México, así como ensayar el desalojo de inmuebles durante un hipotético movimiento telúrico y recordar a la población que una vez que el sistema detecta un sismo y lanza la alerta, tienen 50 segundos para resguardarse o evacuar para ponerse en un lugar seguro.
En memoria de las víctimas de los terremotos de 1985 y 2017 el presidente Enrique Peña Nieto izó a media asta la bandera monumental en el Zócalo de la Ciudad de México.