En el municipio de Tepatitlán de Morelos, en el estado de Jalisco, principal productor en el país de carne de pollo, fueron sacrificadas cerca de 16 mil aves al comprobarse con pruebas de laboratorio que estaban contaminadas con el virus de la influenza H7N3.
El brote de gripe aviar se reportó a mediados del mes pasado en el mismo lugar donde se detectó en el 2012, por lo que autoridades sanitarias procedieron a realizar las pruebas correspondientes y al resultar positivas sacrificaron 7 mil 752 aves en primera instancia, a las que se sumaron posteriormente otras 8 mil 160, para un total de 15 mil 912.
Además de estas aves que tuvieron que matar, existen otras 151 mil 132 que están en cuarentena y supervisión de especialistas, las cuales por supuesto de resultar infectadas tendrían el mismo destino de las anteriores, con las afectaciones económicas que ello implica.
La situación sanitaria fue reportada por el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria, (SENASICA) a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE por sus siglas en francés). De inmediato se instaló la cuarentena correspondiente para evitar la propagación del virus en otras granjas (3 kilómetros de vigilancia focal y 10 kilómetros perifocal).
En el marco de esta situación, autoridades de salud en diferentes órdenes de gobierno han asegurado que el país está preparado para enfrentar una posible pandemia por gripe aviar y que de hecho se han tomado ya las medidas necesarias para evitar que esto ocurra.
Puntualizaron que a ocho de que se tuvieron que suspender actividades laborales. Académicas y gubernamentales por la presencia de la influenza AH1N1, la experiencia dejó fortalecido al sistema de salud mexicano y está preparado para enfrentar una nueva emergencia sanitaria.