
Miles de personas se dieron cita la tarde de ayer para disfrutar de una de las tradiciones con mayor arraigo en el municipio de Ixmiquilpan como lo es la repartición de charape, festividad que durante años ha reunido a las familias de la comunidad de San Nicolás.
El charape es una bebida hecha a base de pulque mezclado con frutas y verduras, tiene un tiempo de preparación de aproximadamente una hora y los ingredientes dependen de la familia que lo hace.
Fueron más de siete mil litros los que se repartieron en esta ocasión. Piñón, guayaba, jitomate, nuez, arroz fueron algunos de los sabores que pudieron disfrutar los habitantes de este municipio y gente proveniente de otros estados que llegaron para disfrutar de este ancestral bebida.
El ritual del charape comienza con una misa en la que se bendicen los distintos santos de las comunidades, al término de la misa los feligreses realizan una pequeña procesión hacia la plaza de san Nicolás donde ya se encuentran estacionadas las camionetas con la llamada bebida de los dioses, ya en la plaza principal el sacerdote pasa a cada una de las camionetas a dar la bendición, es en ese momento cuando los miles de asistentes se aglutinan alrededor de los vehículos para que con sus jarras, vasos, jarrones y algunos hasta con garrafones se forman para degustar esta deliciosa bebida.
La repartición del charape es parte de la fe de la sociedad ixmiquilpense misma que se organizan por familias para darle vida a la festividad. Algunas familias comentan que trabajan desde el mes de Julio en la recolección y preparación de todos los ingredientes haciendo un ritual que muy pocos conocen.
Además de ser una fiesta en honor al santo de la comunidad, también la repartición del charape sirve para convivir con los vecinos de la comunidad quienes se reúnen un día antes de la repartición del charape para realizar la molienda de las frutas y algunos granos.
Cabe mencionar que la molienda de los ingredientes del charape también es parte de un ritual con mucha tradición en la comunidad pues los ingredientes son molidos en metates y son más de cien mujeres de san Nicolás quienes se reúnen para realizar esta actividad.
María Luisa Gutiérrez López comentó que para ella y su familiar es un orgullo ser parte de esta celebración pues desde hace más de cuarenta años ha realizado el famoso charape, primero junto a su madre y abuela, quienes la encaminaron en el ritual y ahora junto a sus hijos y nietos a los que pretende enseñar cada una de las tradiciones de la localidad. En esta ocasiona su familia preparó alrededor de mil 400 litros de charape el cual se repartió a los asistentes de distintas partes del estado.
Mercedes Ibarra, presidenta del comité de feria de San Nicolás dio a conocer que a pesar de no haber contado con el apoyo de la presidencia municipal, fueron los mismos pobladores quienes se organizaron para continuar con este ritual milenario. Menciono que con esta actividad se ponen fin a las festividades de la localidad, mismas que por su tradición y peculiaridad han trascendido hasta la unión americana.