- No habrá apoyo fiscal a empresas
- Sector empresarial descontento con el plan de AMLO
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, presentó este domingo en Palacio Nacional acciones de un plan emergente de reactivación económica para hacer frente a la crisis y pérdida de empleos a causa de la epidemia por COVID-19; el cual está basado en tres elementos: mayor inversión pública para el mayor desarrollo económico y social; empleo pleno, y honestidad y austeridad republicana.
El jefe del Ejecutivo detalló que su plan de reactivación económica consiste llegar, con los programas de Bienestar, a 22 millones de beneficiarios. De igual forma, se comprometió a que en nueve meses se creen 2 millones de nuevos empleos, para ello, dijo, se aplicarán 2 millones 100 mil créditos para viviendas y pequeños empresarios.
López Obrador confió que, con esta ruta de acción, el primero de diciembre podrá asegurar que los programas sociales llegan al 100 por ciento de los pobres de México.
“Esto representa una inversión de más de 500 mil millones de pesos lo que va destinado a los más pobres, a los más vulnerables no olviden que el 60 por ciento de los mexicanos vive en la pobreza”, resaltó.
Asimismo, señaló que bajarán los sueldos de altos funcionarios públicos y se eliminarán aguinaldos desde subdirectores hasta el presidente de la República y se reducirán los gastos de publicidad del gobierno, se reducirá la partida de viáticos, los gastos de operación y se ahorrará más en compras a proveedores y en los costos de las obras públicas que se contratan con empresas constructoras o de servicios.
Otra de las medidas de apoyo dentro del Plan de Reactivación de la Economía del Gobierno de México está que se continuará con el programa de estímulos fiscales en la zona fronteriza del norte del país.
Fiel a la promesa que hizo desde su campaña presidencial, López Obrador aseguró que no se aumentarán ni se crearán nuevos impuestos, y destacó que el IVA será devuelto lo más pronto posible, tal como lo solicitaron los empresarios.
Aun cuando el peso se ha depreciado alrededor de 23 por ciento en lo que va de este año, el mandatario manifestó que no se incrementará la deuda pública.
Uno de los puntos que generaron mayor polémica es que se continuará con la construcción del Aeropuerto de Santa Lucía, así como el plan de rehabilitar las seis refinerías y la construcción de Dos Bocas, en Tabasco, cuya inversión asciende a 160 mil millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Poco después de que el presidente terminara de rendir su mensaje, los representantes de las principales cúpulas empresariales manifestaron su descontento a través de redes sociales.
Gustavo A. de Hoyos, presidente nacional de Coparmex escribió en su cuenta personal de Twitter que el mandatario no anunció ninguna medida relevante para afrontar la crisis económica por el Covid-19 ni la reactivación.
“En plena emergencia, (el presidente) leyó una pieza de divulgación ideológica, embistiendo fantasmas del pasado y abandonando su deber como jefe de Estado para unir a la Nación”, escribió De Hoyos.
Al rechazo se sumó Francisco Cervantes, presidente de Concamin, quien también hizo público su descontento.
El informe del presidente López Obrador no es lo que los empleadores esperaban, lo que necesitan. Las consecuencias pueden ser graves. Pero también dijo: “que cada quien haga su parte. ¿Qué es y cómo haremos nuestra ‘parte’? Lo haremos desde ya, Cada quien su responsabilidad.
Asimismo, El Consejo Coordinador Empresarial calificó a las medidas propuestas por el presidente como «una respuesta incompleta ante la gran dimensión de la crisis que enfrentamos».
Por medio de un desplegado, aseguró que el 18 de marzo presentaron un plan al presidente para preservar el empleo formal e informal de los mexicanos. Posteriormente, el 2 de abril presentaron un plan «para suscribir un gran convenio nacional entre gobierno, trabajadores, sector social y empresarios para transitar los siguientes noventa días, que serán críticos.
Ambas propuestas, afirmó, no han sido tomadas en cuenta. «No pedimos reducción de impuestos, ni privilegios, ni concesiones. Siempre hemos puesto a los trabajadores, sus familias y al país como nuestra prioridad. Nuestras propuestas aún no han sido tomadas en cuenta.