Una grave problemática ambiental está impactando a miles de familias en la región de la Sierra alta, la Minera Autlán es señalada por el desfogue recurrente de sus fosas de retención, ubicadas cerca de la comunidad de Tetipanchalco, municipio de Molango, liberando materiales tóxicos, aceites y desechos directamente al río Claro.
Vecinos y líderes comunitarios denuncian que, cada vez que llueve, la minera abre las compuertas de estas fosas, conocidas como «ajuntas», provocando que los contaminantes se mezclen con el agua del río. Esta situación afecta a aproximadamente 6,000 familias que dependen del río Claro para su subsistencia y recreación.
Las consecuencias para la salud son evidentes: los habitantes reportan ronchas en la piel, problemas oculares y afecciones en las vías respiratorias. Además, la fauna local también sufre las consecuencias ya que hay numerosos reportes de animales enfermos.
Un total de nueve comunidades se encuentran directamente afectadas por esta contaminación: Ixcuicuila, Cuxhuacan, Ixcatlán, Tlalzintla, Temacuil, San Antonio, Xuchitlán, Xicalango y Zacuala.
Diversos líderes comunitarios han levantado la voz para exigir una solución urgente: Cornelio Montiel Joaquín, Delegado de Temacuil, Rigoberto Agustín Ramírez, de San Antonio, junto con otros seis delegados locales. Victorino Joaquín Abrego, del Consejo de Vigilancia de la comunidad de Tlalzintla y Clemente Gómez, Comisariado de Ixcatlán.
La situación es especialmente crítica para Tetipanchalco, un reconocido centro turístico y espacio de esparcimiento familiar, cuyo atractivo principal, el río Claro, está gravemente amenazado por la contaminación.
Las comunidades afectadas hacen un llamado enérgico a las autoridades ambientales y a la Minera Autlán para que tomen acciones inmediatas y definitivas que pongan fin a esta contaminación y reparen los daños ya causados.


