El nerviosismo no es más o menos que con otras delegaciones, a fin de cuentas son padres de familia que se despiden por unos días de sus hijos, que los saben en buenas manos y que su búsqueda en el viaje es la gloria deportiva, pero eso no quita la angustia propia de quien agita la mano desde abajo del autobús.
Esta mañana partió la delegación hidalguense que participará en la Paralimpiada Nacional 2012, para la que existe un compromiso, individual y como grupo, el más numeroso que ha representado a Hidalgo y que sabe que en la Olimpiada los representantes cumplieron su meta, ahora es su turno.
La salida desde el Centro Estatal de Alto Rendimiento (CEAR) fue distinta sólo por algunos detalles, junto con las maletas van algunas sillas de ruedas y con las despedidas algunas recomendaciones especiales, pero ya en el trayecto todo es igual, el mismo entusiasmo, la misma ansiedad por llegar y poner a prueba lo desarrollado en el entrenamiento. Llegó la hora de la verdad para estos atletas.