Amar es dar lo que no se tiene a alguien que no se es
Erich Fromm
Todo parecía normal hasta que apareció en su teléfono la llamada de ese viejo amor. Y, entonces, el enamoramiento le regresó y no podía dejar de preguntarse: ¿por qué no puedo olvidar este amor imposible?
A veces, el cerebro y el corazón nos reservan sorpresas: traen al recuerdo viejos amores y dolores, aquellos que tal vez creíamos superados. ¿Son los amores sin concretar los más difíciles de olvidar? Tal vez pues, al no consumarse en una relación, desconocemos si pudo ser viable una historia de amor conjunta.
Tener un amor imposible nos conduce a permanecer enamorados de un ideal. Enamorarse es colocar atributos en el otro que quizá tenga pero, muchos otros, son puramente imaginarios. En los amores imposibles la decepción no llega, pues no logramos saber si la persona de quien nos enamoramos corresponde en algo a esa idealización.
¿Cuántos hemos vivido un amor que no hemos logrado cristalizar? Renunciar a un amor imposible duele, porque significa dejar atrás un sueño. También, implica creer que no contamos con las suficientes virtudes para que nuestro sujeto de amor nos haya tomado como opción.
Las artes y la filosofía están llenas de historias de amores imposibles, como la que sucedió entre Regine Olser y Kierkegaard quien, tras romper su compromiso con ella y saber que, años después, se casaría con Johann Frederik Schlegel, sublimó su dolor en la obra “Temor y temblor”, publicada a finales de 1843. Investigadores de la obra del filósofo, afirman que esta publicación puede interpretarse como “Kierkegaard espera, mediante un acto divino, que Regine vuelva a él”. También el libro “Repetición”, publicado el mismo día que “Temor y temblor”, trata acerca de un joven caballero que deja a su amada. Otros de los escritos de ese período, contienen matices semejantes, relacionados con la situación personal del filósofo.
Milena Jesenská y Franz Kafka también vivieron un amor imposible, que tuvo como canal muchas cartas. Se conocieron cuando ella aún estaba casada con el escritor Ernst Pollak. Cuando el matrimonio fue insoportable para ella y, buscando independizarse de su esposo, comienza a realizar traducciones y a dar clases de checo. En 1919, lee algunos cuentos del escritor checo de lengua alemana Franz Kafka y le escribe pidiendo su autorización para traducirlos. Esta carta será el comienzo de una apasionada correspondencia entre ambos que durará dos años (1920 –1922), en los que sólo tendrán dos encuentros personales: cuatro días en Viena y un día en Gmünd.
¿Qué nos lleva a vivir amores imposibles? Los expertos en Psicología exponen diversas causas: por baja autoestima, ya que en el fondo, se cree no merecer un amor real; las personas con tendencias masoquistas también suelen sentirse tentadas por los amores imposibles ya que esta “relación” puede producirles sufrimiento y dolor; también son susceptibles las personas que, en su niñez, vivieron sensaciones de angustia y rechazo, repitiendo este esquema con amores imposibles; personas que se sienten “cómodas” y “disfrutan” de ese amor idílico porque están en la zona de confort que han creado y les aterroriza la perspectiva de iniciar una relación de pareja real.
Mientras, Erich Fromm echó abajo todas las tesis del amor romántico al afirmar que: “Amar es dar lo que no se tiene, a alguien que no se es”.
Ella cuelga el teléfono y ve la calle llena de luz. Enciende la radio. Busca una estación de “solo música romántica”. Escucha a Ricardo Arjona cantar: ¿Cómo deshacerme de ti, si no te tengo? ¿Cómo alejarme de ti, si estás tan lejos? ¿Cómo quitarle una pestaña a lo que nunca tuvo ojos?¿Cómo encontrarle plataforma, a lo que siempre fue un barranco? ¿Cómo encontrar en la alacena los besos que no me diste?
Aidée Cervantes Chapa Columnista.