La dirigente de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddeser), Bertha Miranda lamentó que de siete de cada 10 mujeres que viven violencia, el 50 por ciento corresponde a niñas que son violentadas en sus hogares, la calle y en los colegios.
Refirió que principalmente se tiene la violencia psicológica y física y de acuerdo a las regiones también la sexual, como es el caso de la Sierra y el Valle del Mezquital, donde el abuso sexual se ha normalizado. Consideró que la falta de políticas públicas para garantizar los derechos de las niñas ha llevado a que se ejerza una grave violencia en su contra.
En los hogares, señaló las niñas no tienen la capacidad de decisión ya que son los adultos los que decidan por ellas, además de que tampoco gozan de credibilidad, “es lamentable ya que hemos visto que cuando hacen una denuncia sobre algún abuso que se comete en su contra, la familia no les cree lo que lleva a que sean violentadas”, lamentó.
Regiones como la Sierra y el Valle del Mezquital, tienen generalizado el abuso sexual en contra de las menores, ya sea porque las ven como su propiedad o bien por las costumbres de que serán comprometidas en matrimonio, es urgente que se les visibilice que el estado cumpla con el órgano rector de garantizar sus derechos, demandó la activista.
En el caso de las comunidades indígenas, las niñas sufren una triple discriminación, por ser niñas, indígenas y mujeres y es algo que no se debe de permitir, se les debe de garantizar todos sus derechos desde la salud, la educación y un ambiente digno y eso es algo que todavía no consigue el estado, afirmó.
Finalmente Bertha Miranda, lamentó que no haya políticas públicas de igualdad de género y que el cambio de una simple vocal de un contexto diferente a la vida de un niño y de una niña.