La última vez que la secretaría general del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo un peso político dentro de la estructura, fue cuando esta era ocupada por David Hernández Madrid, quien se encargó de operar lo suficiente con los sectores y las dirigencias municipales de ese entonces para contrarrestar el registro anticipado que hizo como aspirante a la gubernatura en el 2010 José Antonio Rojo García de Alba.
Con su peculiar tranquilidad el ex secretario de agricultura, comenzó a buscar las firmas de compromiso y adhesión de los líderes priistas de los 84 municipios y de los representantes de la CNC, CNOP y CTM, para amarrarles las manos y evitar con ello que el integrante menor de la familia Rojo tuviera adhesiones, en el camino que buscaba y que implicaría romper con la candidatura de unidad que finalmente recayó en Francisco Olvera, lo demás es historia.
De ese tamaño es el peso que llega a tener la secretaría general, su influencia en las decisiones importantes y capacidad de maniobra dependen mucho de la experiencia, habilidad y del propio juego que decida dársele a quien la ocupe, ahí radica la importancia del desempeño que tendrá Emilse Miranda Munive.
Si bien la ex diputada federal por el 4 distrito creció y se le identifico en algún momento con el grupo Huichapan quien aparentemente la promovió a diferentes espacios políticos, hoy parece haber cambiado rumbo dicen, que su institucionalidad está probada con el jefe del grupo Hidalgo y no hay sospecha de que pudiera representar a quienes en el pasado la apoyaron.
Por eso hay quien asegura que la secretaría general ha vuelto a tener fortaleza y a convertirse en una pieza clave para las elecciones que vendrán el próximo año y que tendrá como principal reto mantener la unidad del priismo, de Miranda Munive dependerá confirmar que su crecimiento es real y que su posición no es parte de una cuota de género sino de un equilibrio de fuerzas.
De mi tintero
Varios son los funcionarios públicos que han comenzado ya a diseñar bocetos de lo que parece ser su propaganda electoral, basta con echar un vistazo en las redes de algunos subsecretarios que quieren ser candidatos a presidentes municipales como el caso de Alberto Escamilla, quien busca encabezar al PRI en Mineral de la Reforma o la del diputado federal Fernando Moctezuma que no para su activismo por todo el estado…
Por cierto, hablando de campañas ha despertado curiosidad la que encabeza el llamado “Frente por la Esperanza” que encabeza Fernando Flores cuyos espectaculares que aparecen por los principales bulevares de Pachuca, tienen la participación económica del presidente del patronato de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH), Gerardo Sosa Castelán.
Columna de Leonardo Herrera.
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