Joaquín Guzmán López, hijo de Joaquín El Chapo Guzmán Loera, se declaró culpable de dos cargos por narcotráfico y crimen organizado por su participación en la célula de Los Chapitos, del Cártel de Sinaloa, ante la jueza Sharon Johnson Coleman, en la Corte de Distrito del Norte de Illinois.
Además, admitió haber participado, en 2024, en el secuestro de Ismael Zambada García, El Mayo, para llevarlo a suelo estadunidense.
Guzmán López se presentó a su audiencia de culpabilidad, ante la jueza Sharon Johnson Coleman, vestido con un mono naranja de una pieza, una playera blanca debajo, el cabello corto y la barba casi completamente rasurada.
De forma sorpresiva, decidió no utilizar los servicios de un intérprete; el hijo de El Chapo Guzmán habla y entiende el inglés de forma fluida. Durante su presentación ante la corte, el narcotraficante admitió sus crímenes.
Durante cerca de media hora, Johnson se aseguró de que Guzmán López, quien se esperaba que utilizara a un intérprete, entendiera lo que estaba haciendo, que no lo hubieran presionado u obligado a declararse culpable, y que estuviera en condiciones físicas y mentales para aceptar su responsabilidad.
Una vez que la jueza lo declaró competente, el fiscal al frente del caso, Andrew Erskine, leyó el acuerdo de culpabilidad, previamente firmado por Joaquín Guzmán López, su abogado, Jeffrey Lichtman, y la fiscalía.
La acusación, explicó la fiscalía estadunidense, abarca desde mayo de 2008, cuando Joaquín Guzmán López habría comenzado a operar con Los Chapitos, hasta, al menos, 2021. Coordinaba el transporte de cocaína por Centro y Sudamérica hacia México en diversas embarcaciones y aeronaves, y después coordinaba su trasiego a los Estados Unidos en vehículos, trenes e incluso túneles transfronterizos.
Antes de que se declarara culpable, la Fiscalía hizo un apunte importante, que se incluyó en el mismo acuerdo de culpabilidad.
“Hay una cláusula de violación por una ofensa cometida en julio de 2024, en Nuevo México y otros lugares, en cuestión con el individuo A”, dijo el fiscal Erskine.
Según la narrativa del procurador, Guzmán López citó previamente al Individuo A para una reunión, que en realidad, era una trampa.
Lo llevó a un cuarto, donde después trabajadores suyos lo secuestraron, lo subieron a una camioneta, se lo llevaron a un aeródromo, luego lo sedaron y lo subieron a una avioneta, junto con Guzmán López. Según la fiscalía, El Individuo A fue sedado previo a que la avioneta despegara y aterrizara en suelo estadunidense.
“Esperaba recibir créditos en Estados Unidos para él y su hermano (…) pero no recibirá créditos por el secuestro, tampoco su hermano”, apuntó el fiscal.
Lo que no se dijo, y que el abogado de Guzmán López, Jeffrey Lichtman, tampoco confirmó durante una conferencia de prensa posterior, es quién era el Individuo A.
Sin embargo, se trataría de Ismael Zambada García, El Mayo, ex líder del Cártel de Sinaloa, quien ya se declaró culpable en una corte de Nueva York por crímenes relacionados con narcotráfico.
El Mayo señaló en una carta difundida por su abogado que, efectivamente, había sido víctima de un secuestro transfronterizo a manos del hijo de su ex compadre, El Chapo Guzmán.
Una vez que la fiscalía dejó claro que, además, Guzmán López actuó por su propia iniciativa, la jueza la preguntó a Joaquín Guzmán López cómo se declaraba por los cargos uno y dos, conspiración para traficar drogas y crimen organizado, de la acusación en su contra.
“Culpable, su señoría”, se escuchó dos veces de voz de Guzmán López, tras lo cual la jueza estableció que, formalmente, el acusado se había declarado culpable de los crímenes señalados por la fiscalía.

