Los priistas lanzaron el último llamado de unidad, en busca de cerrar filas y lograr la cohesión rumbo al proyecto del 2022, por ello crearon una híbrido de dirigencia donde combinan los intereses de la jefatura política del estado y de los dos principales aspirantes a la candidatura al gobierno estatal, lo que en papel parece buena apuesta, pero en la realidad falta mucho para consolidarse.
Hay muchas lecturas en torno a lo ocurrido con el registro de Julio Valera Piedras y Victoria Méndez Márquez (Jenny Márquez) a la presidencia y secretaría del tricolor en el estado, algunas apuntan a que se entregó la plaza o bien que la candidatura ya está definida, otras más que se consolidó el anhelo de reagrupar a las diferentes corrientes frente a lo que viene o que este es el primer paso de una negociación que llevará a los priistas a retener la gubernatura, sólo las semanas que vienen confirmaran una u otras versiones.
Para el análisis resulta difícil señalar que el jefe político del estado se adelantaría a ceder el poder o una candidatura sin antes agotar hasta el último de sus recursos para llevar a quien considera sea su sucesor en el cuarto piso, dicho de otra manera, si Omar Fayad no cedió ningún espacio a los grupos internos cuando fue candidato al gobierno del estado el momento en que aparentemente necesitaba de todas las corrientes, menos lo hará ahora cuando su fuerza y estructura es mayor.
El integrar a una mujer que forma parte del grupo de Carolina Viggiano a la dirigencia estatal podría ser parte de esos “acuerdos políticos” que buscan lanzar el mensaje de que no se tendrán decisiones unilaterales, imposiciones o “agandalle”, pero solo eso, una señal que también trata de impactar en los círculos opositores de que el PRI se pone de acuerdo y no tendrán fugas de simpatizantes o costosas divisiones.
Quienes piensen que todo está entregado, no conocen las entrañas de la política en Hidalgo y muchos menos al actual gobernador.
Por otro lado, es claro que la llegada de Jenny Márquez significa la pieza en el tablero que le faltaba a Carolina Viggiano para su operación en el estado, una posición local con las siglas del PRI estatal que mantendrá reuniones, encuentros y compromisos con lideres regionales y municipales, alentada por toda su estructura propia que tiene más de un año en trabajo.
Así que vienen tiempos de definiciones importantes, donde las primeras señales ya se enviaron con la inscripción de una dirigencia que parece compartir,que no ceder el balón en una cancha de juego donde el piso parece o simular estar parejo.
De mi tintero… Ya que andamos en cosas del PRI los diferentes secretarios comienzan a temblar porque podrían quedarse sin chamba y ser corridos como pasó cuando operaban en el gobierno estatal… La Soberbia e ímpetu por humillar a los que menos tienen le gana al presidente municipal de Tulancingo Jorge Márquez que llega a las colonias pobres presumiendo reloj cartier y cinturones montblack, desde el PRI le reclaman “no me ayudes compadre»… y en la Secretaría de Cultura ni el antes ni el después ayudan, tan malo el que se fue como la que llegó que mantiene una lucha intestina que en nada ayuda a quien los puso…