Mediante trabajos de indagatorias y seguimiento, elementos de la Coordinación de Investigación descubrieron y aseguraron a tres presuntos participantes en el rescate del preso del Centro de Reinserción Social de Pachuca, entre los detenidos se cuentan a la mamá y al papá del interno que ahora se encuentra prófugo de la justicia, mientras que al tercero se le suma el que participó en la balacera que tuvo lugar en el municipio de Tula el pasado 22 de diciembre perdió la vida uno de los delincuentes.
Los antecedentes del caso iniciaron al filo de las 02:20 horas, cuando los oficiales policiacos del grupo Tula, recibieron aviso que en el Bar denominado “EL CHINITO” ubicado en la Colonia el Llano Segunda Sección, ingresaron personas armadas vestidos de Policías Federales con chalecos antibalas y armas de fuego, las cuales accionaron para lesionar a unas personas, dándose a la fuga en un Volkswagen tipo Bora color blanco, una camioneta marca Nissan, tipo estaquitas, de color blanco y una camioneta marca Chevrolet, tipo Silverado pick up, de color blanco, con placas de circulación MLT-8409 del estado de México.
Los agentes implementaron un operativo con apoyo de la policía municipal de Tula, por lo que al arribar al lugar detectaron las tres unidades, abordo de las cuales viajaban varios sujetos que vestían uniformes de la Policía Federal, así como chalecos antibalas y tácticos.
Al percatarse de la presencia de los agentes policiales, los presuntos Policías Federales accionaron sus armas de fuego, impactando a una patrulla de la Policía Municipal, al tiempo que los tres vehículos se retiraron a toda velocidad con dirección al libramiento Tula Tepeji, hacia Tlahuelilpan, por lo que se dio inicio a la persecución.
Al circular por la colonia la Llave, cuarta manzana, en Tepetitlán, los presuntos delincuentes sin detener su marcha arrojaron de la camioneta marca Chevrolet, tipo Silverado, a un sujeto que previamente sacaron del bar, quien se lesiona al momento de caer al suelo, por lo que se solicitó apoyo de una ambulancia, para trasladar al lesionado al hospital regional Tula-Tepeji.
En tanto los agentes de investigación continuaron la persecución y al circular por la entrada a la zona urbana de Chapantongo, el conductor de la camioneta marca Chevrolet, tipo Silverado, perdió el control de la misma y se impactó de frente en una glorieta, donde los tripulantes fueron interceptados.
De la unidad descendió Ricardo Mejía Cárdenas de 21 años de edad, quien con arma en la mano disparó contra los agentes, quienes lograron someterlo, mientras que otro sujeto corrió en dirección opuesta lográndose dar a la fuga, mientras que a un costado de la camioneta Chevrolet quedó un individuo con una lesión en el cráneo, el cual al momento del impacto salió proyectado contra el pavimento, a quien se le trasladó al hospital regional Tula-Tepeji, quien portaba en su mano derecha un arma de fuego tipo escuadra, marca Smith & Wesson, calibre 9 mm. color gris, con cachas de plástico de color negro, con número de serie: 11540, con un cargador y 5 cartuchos útiles de la marca águila, mismo que posteriormente perdió la vida en el nosocomio.
Ricardo Mejía portaba un arma de fuego tipo escuadra de la marca browning armscompany Morgan. utah & Montreal P.Q, de color gris, con cachas de madera en color café, numero de serie: 245NY58282, calibre 9 mm. con un cargador y cuatro cartuchos útiles de la marca águila, así como en la bolsa delantera derecha de su pantalón cuatro cargadores abastecidos, dos con siete cartuchos útiles, uno con cuatro cartuchos útiles y el ultimo con ocho cartuchos útiles, todos de la marca “RP”.
Al Hospital Tula–Tepeji, ingresaron lesionados Juan Manuel González Gutiérrez de 37 años de edad, Luis Alberto Alejandre Rodrigo, quienes presentaban heridas por disparo de arma de fuego, además de Sarai Cruz Avin de 25 años de edad, quien presentó un balazo en el muslo derecho e Ismael Reyes Mendoza con un rozón por disparo de arma de fuego en la cabeza.
Los lesionados coincidieron en manifestar que se encontraban en el Bar cuando llegaron 6 sujetos uniformados como policías federales preguntando por Arturo el dueño del bar, pero como no obtuvieron respuesta empezaron a disparar.
Al entrevistar al detenido Ricardo Mejía Cárdenas, manifestó que en el mes de octubre se reunió en la colonia Kirinda Bara, del Municipio de Uruapan con un amigo que le ofreció15 mil pesos, por ayudarlo en el rescate de un preso del reclusorio de Pachuca.
Esa ocasión, le dijeron que el detenido iba a salir en una camioneta blanca de traslados el día 26 de noviembre del año en curso, que dicha información la proporcionó un abogado, por lo que se trasladó a Tula de Allende el día 23 de noviembre del 2012 en compañía de otros dos individuos originarios del Estado de Michoacán.
En el lugar se reunieron con un grupo de 10 sujetos quienes participaron en el evento y permanecieron un día sin salir de un domicilio para acordar los detalles del rescate de Lucio Maldonado Mejía, donde los padres de Lucio les llevaron de comer y se retiraron en una camioneta marca Ford, tipo Expedición negra.
Al día siguiente se fueron a Pachuca en una camioneta Chevrolet, tipo Silverado y una camioneta Ford, tipo Expedición negra de modelo atrasado y se hospedaron en el hotel denominado “PARAÍSO”, que se ubica en la salida a Ciudad Sahagún.
En ese hotel permanecieron hasta el 26 de noviembre del 2012, pero a las 13:30 horas, se reunieron con los demás sujetos en el hotel denominado “LA PAZ”, de donde salieron con uniformes de la Policía Federal y con nueve armas de fuego tipo escuadras, de diferentes calibres, para abordar un Volkswagen, tipo Jetta gris, un Chevrolet, tipo Malibu dorado y una camioneta marca Jepp gris.
Fue a las 14:30 horas, cuando salieron en convoy los tres vehículos, porque un licenciado les informó vía telefónica que ya había salido del reclusorio Lucio Maldonado Mejía e iba a bordo de una camioneta urban blanca y que lo trasladarían a una clínica que se ubica en calles del Centro de Pachuca, por lo que se trasladaron a la avenida Revolución, donde detectaron la camioneta del reclusorio.
De inmediato descendieron todos sus compañeros de los vehículos, con las armas de fuego someten a dos custodios que estaba parados cerca de la camioneta y sacaron a Lucio Maldonado Mejía, quien estaba sujetado con grilletes de pies y manos para subirlo a la camioneta marca Jeep, de color gris, en tanto que a los dos custodios los subieron en la parte trasera de la camioneta que Ricardo manejó.
Posteriormente se dieron a la fuga con dirección a Ciudad Sahagún, a la altura de la comunidad de Xochihuacán, detuvo su marcha la camioneta marca Jeep, para bajar a Lucio Maldonado Mejía a quien se llevaron en una camioneta pick up, de color negro de cabina sencilla.
Para despistar a la policía el resto de los vehículos avanzaron hasta llegar a un lote baldío donde dejaron el Malibu, el Jetta y la Jeep, así como la camioneta de traslados del reclusorio con los dos custodios amarrados en su interior y se dieron a la fuga con dirección al municipio de Tula de Allende, por la carretera Arco Norte.
Al arribar a Tula se trasladaron a la casa que se ubica en domicilio conocido en La Loma del municipio de Tepetitlán, donde les indicaron que cada quien se regresara a su casa y ahí le pagaron 15 mil pesos.
De este evento, se recuerda que a las 15:20 horas, Román Mendoza Durán Director del CE.RE.SO de Pachuca, informó que dos custodios llevaron al interno Lucio Maldonado Mejía alias “EL RATON”, a tomarse una tomografía a la clínica CENTRO DE DIAGNOSTICO INTEGRAL, pero que los interceptó un comando de aproximadamente 15 sujetos vestidos con uniformes como de la Policía Federal, los cuales les quitaron al detenido y se los llevaron en su misma unidad, dejándolo atados de pies y manos a la altura de los arcos de Zempoala.
Al verificar la información en los archivo se descubrió que Lucio Maldonado fue recluido en el penal de Pachuca por estar relacionado con la causa penal 130/2009 del Juzgado Tercero Penal, por el delito secuestro, en agravio de Marco Antonio Mayo Hernández y la causa penal 198/2005 del Juzgado Segundo de Tula de Allende, por el delito de homicidio calificado, en agravio de Norberto Jiménez García.
Así mismo refiere Ricardo que el lunes 17 de diciembre, a las 11:00 horas le hablaron vía telefónica ofreciéndole otro trabajo en el municipio de Tula de Allende, que esta vez le pagarían $10,000 pesos, comentándole que únicamente tendrían que ir a un bar vestidos de Policías Federales y entrar por el dueño ya que debía un millón de pesos, por lo que aceptó y se traslado al Municipio Tula de Allende.
Posteriormente en la casa de La Loma de Tepetitlán, se reunió con otros seis individuos a quienes les explicaron que saldrían el día 21 de diciembre a las 21:30 horas, que iban a ir uniformados de policías federales para ingresar al bar el “CHINITO”, que se ubica en la colonia de El Llano, Segunda Sección, agregando que en ese domicilio les llevaron de comer los padres de Lucio Maldonado Mejía, que posteriormente se trasladaron a un hotel del cual no recuerda su ubicación.
A las 02:00 del día acordado salieron hacia el bar donde tendrían que levantar a Arturo “N”, quien es de tez clara, alto y con unos tatuajes en la espalda en forma de alas y un diente de oro, por lo que al llegar al bar el entrevistado permaneció a las afueras cuidando que no llegaran patrullas y después escuchó varias detonaciones de arma de fuego, observando que sacaron a un sujeto del sexo masculino y lo subieron en la camioneta tipo Silverado a la que subió el propio Ricardo.
No obstante al retirarse los sorprendieron los elementos policiales y ante el temor de ser detenidos accionaron sus armas, dándose a la fuga con dirección a Michimaloya, pero se dieron cuenta que a la persona que habían subido a la camioneta no era el que buscaban, por lo que lo tiraron de la camioneta en movimiento, pero el conductor perdió el control de la camioneta, impactándose contra una barda de una glorieta donde los agentes detuvieron a Ricardo, pero el chofer logró escapar.
Luego de trasladar a Ricardo a las oficinas de la Coordinación de Investigación grupo Tula llegaron José Demetrio Baldemar Maldonado Garrido de 65 años de edad y María Viviana Mejía Chávez de 55 años, con domicilio conocido en la localidad de La Loma, Municipio de Tepetitlán, quienes preguntaron si Ricardo Mejía Cárdenas estaba detenido.
Al sacar a Ricardo este refirió que los reconoce plenamente como quienes les llevaron de comer en repetidas ocasiones, motivo por el cual se decidió el aseguramiento de José Demetrio y María Viviana a quienes les confiscaron una camioneta.
En su declaración María Viviana Mejía Chávez dijo que Lucio Maldonado Mejía, se encontraba recluido en el Centro de Reinserción Social de Pachuca por el delito de homicidio y sabe por medio de una vecina de nombre María Cruz Ramírez Reyes, que su hijo había sido rescatado por unas personas que iban armadas, eso en el mes de noviembre.
También recordó que tres días después se trasladó en compañía de su esposo José Demetrio a otra casa que tienen para dejarle de comer a una perra que resguarda el domicilio.
Esa ocasión detectaron que estaban trabajando los albañiles que previamente había contratado uno de sus hijos, que encontró a cuatro personas que no conocía y uno de ellos le pidió que les hiciera de comer, por lo que la entrevistada aceptó.
Como su hijo en ocasiones llevaba a amigos y mientras tanto llegaba decidió darles de comer, preparándoles huevos con salsa, al retirarse escucharon un chiflido ubicando en la parte alta de la casa a su hijo, pero su esposo le indicó que mejor se retiraran del lugar.
Al entrevistar a José Demetrio Baldemar Maldonado garrido manifestó ser comerciante ya que vende camarón en las vías de Teocalco, con relación a los hechos manifiesta que uno de sus hijos al parecer trabaja para la delincuencia organizada en el Estado de Michoacán y que él le pago el licenciado a su hermano Lucio Maldonado Mejía, quien se encontraba recluido en el CERESO de Pachuca, por el delito de homicidio, enterándose por medio de la televisión que su hijo fue rescatado por un grupo armado y se encuentra actualmente libre, pero la última vez que lo vio fue un mes después de que este fue ingresado al CERESO.
Así mismo reconoció que en los primeros días de diciembre del año en curso, fueron a darle de comer a una perros que cuidan la casa de su hijo y que ahí se encontraron aproximadamente a unas 5 o 6 personas, los cuales le pidieron a su esposa que les hiciera de comer, que al retirarse del domicilio escucharon un chiflido en la parte posterior de la casa, percatándose que era su hijo, ignorando si también se encontraba su hijo lucio, pero sabe que siempre andan juntos los dos.