El amor, esa energía vital que todas y todos somos capaces de sentir, no sólo se dirige hacia una persona, sino también hay mucho amor en las actividades que realizamos cotidianamente, como lo es el ejercicio de nuestra profesión.
Un digno ejemplo de ese enamoramiento de por vida, hacia el logro de un propósito de beneficio social, es precisamente lo que realizó el destacado periodista hidalguense, Miguel Ángel Granados Chapa, quién emprendió una larga lucha por ejercer la libertad de expresión, en los diversos medios de comunicación impresos y electrónicos en los que colaboró, dejando una huella imborrable en varias generaciones de periodistas.
Desde el año de 1951, cada 7 de junio, el gremio periodístico y de comunicadores conmemoramos el día de la Libertad de Expresión, este espacio honra la memoria del reconocido Mtro. Miguel Ángel Granados Chapa, quién obtuvo la medalla Belisario Domínguez que entrega el Senado del a República a los mexicanos y mexicanas que se distinguen por lograr un bien colectivo.
Es digno de admirar cómo Granados Chapa, nunca claudicó ante la persecución de sus ideas, por parte de los detentores del poder político y económico; asimismo fue un defensor del derecho de los ciudadanos a la información e incansable promotor de un periodismo libre.
Unos meses antes de su lamentable deceso, tuve la fortuna de entrevistar al entrañable tío Miguel Ángel, orgullo de mi familia materna y de la colonia Morelos en la ciudad de Pachuca; le pregunté su opinión con respecto al surgimiento de nuevos medios impresos en Hidalgo y me respondió que: “Era de congratularse que la ciudadanía hidalguense tuviera más opciones informativas, aunque estas no fueran las apetecibles”.
Desde este espacio expreso mi reconocimiento a mis compañeras y compañeros periodistas quiénes en su práctica cotidiana procuran ejercer la libertad de expresión.