Desde el pasado jueves, la Escuela Primaria Cuauhtémoc ubicada en Mineral de la Reforma, permanece cerrada debido a un conflicto interno que ha escalado entre docentes, directivos y padres de familia, además de que la disputa ha llevado a la destitución del presidente del comité de padres de familia, José Luis Gómez Solís, de quien se asegura, ha sido obligado a sacar a sus hijos de la escuela.
De acuerdo con padres de familia de dicho plantel, el rechazo de las clases en línea como alternativa para los estudiantes, ha generado incertidumbre respecto al regreso a las actividades escolares, por lo que aseguran que, en este caso los más afectados son los estudiantes.
Luego de solicitar la omisión de sus datos personales por temor a represalias, señalaron que, lo que en un principio parecía una preocupación legítima por la calidad educativa, ha derivado en un enfrentamiento marcado por intereses personales, de la directora, Elizabeth Acosta Olguín, de quien ya se pide su destitución al ser acusada de las malas condiciones en que opera el plantel.
Al respecto aseguraron que, en el centro de la controversia se encuentra la hija de la ex directora, quien actualmente es docente en la institución y ha encabezado un movimiento en contra de la actual administración, además de que ha logrado movilizar a un grupo de padres y maestros en un intento por lograr la destitución de la directora bajo el argumento de inconformidad con su gestión.
Sin embargo, el conflicto se ha visto agravado por la resistencia de algunos docentes a los cambios implementados por la nueva dirección, los cuales buscan reforzar la exigencia académica y administrativa. La incomodidad de los maestros ante estas medidas ha sido interpretada por algunos como acoso laboral, lo que ha polarizado aún más a la comunidad escolar.
Cabe hacer mención que, el cierre de la escuela ha generado preocupación entre los padres de familia, quienes se oponen a que sus hijos reciban clases en línea mientras se resuelve el conflicto, además de que la destitución del presidente del comité de padres de familia ha intensificado la tensión, dejando al descubierto la división entre los grupos que apoyan a la dirección y aquellos que buscan su remoción.
Ante este panorama, se espera que las autoridades educativas intervengan para encontrar una solución que garantice el regreso a clases y la estabilidad dentro de la escuela a la brevedad posible. Mientras tanto, los estudiantes siguen siendo los más afectados en un conflicto donde la educación ha pasado a segundo plano.