En la escuela primaria Netzahualcóyotl de Santa Teresa, en Yahualica, poco más de 600 alumnos iniciaron las clases pero con todo y damnificados del desastre, quienes cumplieron tres meses hacinados en la institución educativa utilizada como albergue y se sienten olvidados por los gobiernos del estado y municipal, tras haber perdido su patrimonio.
Los desplazados por el deslizamiento de tierra se dijeron en el desamparo de los gobiernos, ya que iniciaron las clases y ahora tienen que vivir amontonados en los tres salones disponibles que quedaron una vez que reanudaron clases alumnos de tercero a sexto de primaria.
El subdirector de la institución educativa manifestó que existe descontento de parte de los padres de familia de los alumnos, debido a que quieren que sus hijos ocupen todas las áreas y mientras tanto tendrán que utilizar seis aulas que quedan y que aún están libres
Rechazó que hayan corrido a los casi 80 personas que aún siguen albergadas en esos espacios, sin embargo, reconoció que sí es complicado para ellos como docentes la convivencia en un espacio educativo que sirve como refugio temporal.
Señaló que el regreso a clases fue una vez que se concluyó con un convenio de colaboración en donde la escuela estaba prestada por un término de tres meses y que una vez concluido el plazo regresaron a la escuela a laborar.
Integrantes del Comité de Bienes Comunales, manifestaron que propusieron a las personas que resultaron con sus patrimonios dañados que les construían casas modestas para que dejaran la escuela y tuvieran un espacio en donde vivir, sin embargo se negaron bajo el argumento de que el gobernador les prometió que darían para construir casas y que si se salen podrían perder sus derechos.
Ema Hernández Hernández, clamó por ayuda de parte del gobierno municipal, ya que dijo que el alcalde Perfecto Hernández Bautista les prometió ayudarlos con una cuna para su nieto, pero que no le ha cumplido con la petición, sobre todo ahora que tendrá un espacio más reducido en el albergue porque iniciar las clases.