Alrededor de 6 mil 500 personas se tomaron de las manos para formar una cadena humana en el Acueducto del Padre Tembleque con el objetivo de que la sociedad conozca, valore y proteja este monumento histórico construido en 1572 y con una longitud de 48 kilómetros para abastecer de agua limpia a las comunidades de la región.
De manera simbólica, la cadena humana formada por niños y adultos reguardó la construcción edificada por el padre Francisco de Tembleque, concluido en 1572 tras 17 años de arduo trabajo se encargó de llevar agua a los habitantes de Otumba, su longitud abarca parte del estado de Hidalgo y México atravesando Zempoala, Nopaltepec, Axapusco, Otumba y 12 comunidades, su costo fue de 15 mil pesos en oro y hoy es un tesoro invaluable que perdura como un monumento arquitectónico del siglo XVI.
La presidenta del patronato acueducto Tembleque Guillermina Acosta Barrera señaló que la cadena humana se realizó con la finalidad de que la presencia del pueblo a través de los niños y pobladores de la comunidad se adueñen de la obra, se reconozca como símbolo de identidad y herencia de la cultura mestiza que se debe preservar haciendo conciencia sobre su cuidado.
Acosta Barrera dijo que a través de acciones como esta se busca obtener el título de patrimonio de la humanidad para el acueducto y ya se integró el expediente para ello, sin embargo lo primordial es que la comunidad lo viva, respete y cuide ya que es un monumento histórico y es compromiso de todos conservarlo.
La cadena humana abarcó la estructura del acueducto y se ubicó en los puntos más importantes de la obra, la arquería monumental que se encuentra en los límites de Hidalgo y el estado de México, el cerro del Tecajete donde se encuentran los manantiales de agua, en Zempoala en su primer ramal y Otumba donde desemboca, para lograrlo los participantes se ubicaron en distintos puntos con el apoyo de la sociedad, escuelas de los municipios involucrados y ciudadanos en general a fin de que lo conozcan, lo valoren y lo protejan.
Las actividades iniciaron desde las primeras horas del día, los eslabones fueron representados por padres de familia, niños y jóvenes quienes consideran importante conservar el acueducto debido al valor histórico que representa, no solo para el estado si no el país ya que es la obra hidráulica más importante construida en América durante el siglo XVI.
Bajo los rayos del sol todos los participantes se tomaron de las manos y las levantaron en señal de victoria, con estas acciones el patronato, las autoridades municipales, estatales y los pobladores esperan posicionar al acueducto como un recuerdo vivo y un lugar reconocido que detone el turismo en la región.