La perla de la Huasteca hidalguense se viste de gala y tradición para recibir la celebración del Xantolo (Día de Muertos), con la instalación de un monumental elemento escenográfico en el corazón del centro histórico que captura la esencia de la festividad: la dualidad entre la vida y la muerte.
En la Plaza de la Revolución, el eje principal de las festividades, ha sido colocado un gigantesco rostro que simboliza la creencia indígena de la Huasteca, donde la muerte es solo una fase de la vida y los difuntos regresan para convivir con sus familias.
La estructura, que forma parte del gran centro ceremonial instalado para el Xantolo, presenta:
Rostro Dividido: Una mitad representa el rostro de una persona viva, adornada o con elementos que evocan la vitalidad y la cultura huasteca.
Mitad Cadavérica: La otra mitad muestra un rostro cadavérico o de calavera, reflejando la presencia de las ánimas y el sentido ritual de la celebración.
Este imponente montaje se convierte en el centro de atención para locales y turistas, quienes comenzarán a participar en las actividades principales del Xantolo a partir del 30 de octubre.
«Esta pieza simboliza la profunda conexión de nuestra gente con sus antepasados. En el Xantolo, la vida y la muerte conviven, y con este rostro gigante lo plasmamos en el escenario principal», comentaron los organizadores.
El monumental escenario no solo es un punto de admiración, sino que también será el telón de fondo para las danzas tradicionales, ofrendas comunitarias y el encendido de velas que honrarán a los Fieles Difuntos hasta el 2 de noviembre.


