Hombres y mujeres no venimos de planetas distintos pues, a la hora de compartir en pareja, anhelamos más o menos lo mismo. Ni ellos son de Marte, ni nosotras de Venus. Tampoco es cierto que, en las relaciones de pareja “la comunicación todo lo puede”, o que las parejas que más discuten, son más propensas al fracaso. Hay un factor científicamente comprobado que anuncia el éxito en un matrimonio: la amistad y éste fue descubierto por John Gottman, quien ha dedicado años de estudio al comportamiento de las parejas, desde el punto de vista científico.
Creó el “Laboratorio del Amor” donde él y su equipo han observado a miles de parejas, identificando cuáles son sus fortalezas y sus debilidades. Gracias a sus muchos años dedicados a estas investigaciones, Gottman puede pronosticar, después de breves minutos de observación, si una pareja permanecerá unida, o no.
Es cierto que el amor y el enamoramiento son primordiales para conformar una unión sólida pero, pasado el tiempo, son las actitudes amistosas las que ayudan a que la pareja permanezca unida y fortalezca su amor, día con día.
Gottman asegura que el amor es un concepto subjetivo, con variables para cada uno. Sin embargo, la amistad es “más específica y vale para todos. Amistad es conocerse el uno al otro, alimentar el afecto y la mutua admiración. Ésos son también los pilares básicos de cualquier relación duradera, según he podido comprobar en todos estos años de estudio”, afirmó.
El científico ha enumerado actitudes que destruyen un matrimonio y las ha nombrado como “los cuatro jinetes del Apocalipsis”: perder el respeto por el otro, las discusiones cargadas de críticas, sarcasmo o insultos, la indiferencia y el desprecio, el cual es el factor más destructivo de los matrimonios, mucho más que la traición o el engaño.
¿Cuáles son los aspectos que han mostrado tener las parejas más felices? Gottman y su equipo han determinado los más frecuentes:
1. La amistad: se refiera al conocimiento pleno sobre lo que gusta o disgusta a nuestra pareja; sus sueños, preocupaciones, temores e ilusiones; saber, a detalle, lo que la pareja hace día a día. Conocer sus presiones en el trabajo, y también sus alegrías. Este conocimiento previo nos llevará a ser amables con el otro, a tener detalles diarios que le demuestren que le consideramos. Gottman documentó la cotidianidad de una pareja exitosa donde él saca la basura pues sabe que a ella le desagrada esa actividad, mientras ella aparta ensalada sin moras, pues él las detesta. Cuando discuten, aún a gritos, ella hace una mueca, saca la lengua y él ríe, logrando destensar el momento, aunque no lleguen a un acuerdo.
2. Admiración: es lo contrario al desprecio, el cual se ubica como el factor más destructivo de una relación. Entonces, la admiración es fundamental. ¿Cómo fomentarla? Recordando frecuentemente las virtudes de nuestra pareja, lo que nos atrajo en los primeros meses de conocerle, las características por las cuales le amamos y admiramos originalmente.
3. Respeto: Entre peor se encuentre la relación, el respeto será menor. Tolerando la conducta irrespetuosa, uno contribuye activamente a la muerte de la relación. Insultos, regaños, críticas, comentarios o acciones crueles son una falta de respeto. Sin respeto, el amor muere.
4. Aceptación: Es cuando dejamos de atacar al cónyuge para entender su punto de vista.
5. Perdón: Es inevitable tener conflictos o sentimientos lastimados. No cerrar o rechazar los intentos de la pareja de mejorar las cosas, pueden ocasionar más problemas. Para perdonar, es necesario trabajar juntos y curar las heridas.
6. Calma: Tomarse un tiempo, cuando un conflicto se agrava y regresar a la discusión cuando puedan realmente escuchar lo que la otra persona trata de decir sin agobio.
7. Consideración: en toda buena relación, se da y se recibe, en todos los aspectos, ya sean materiales, económicos, afectivos. Cuando ambos dan y reciben a cambio, forman un equipo.
8. Procurar la paz: deben tener, al menos, cinco interacciones positivas para cada negativa. La investigación de Gottman ha identificado que una proporción de 5 a 1 de interacciones positivas a negativas está ligada a la estabilidad de un matrimonio, sin importar cuál sea el estilo típico de resolver conflictos.
9. Tolerancia: aprender a soportar lo que nos vuelva loco de la pareja. Aprender a resolver problemas, y a tolerar los aspectos que no podemos cambiar, son parte del éxito.
10. Responsabilidad. Una relación es de dos. A cada miembro de la pareja le corresponde el 50 por ciento del fracaso o del éxito. Tratar de responsabilizar al otro de todos los problemas, difícilmente constituirá una relación próspera. Conocerse a uno mismo, auto-cuestionarse, admitir los propios errores, pedir perdón, son algunas actitudes que nos responsabilizan de nosotros mismos.