A sus 17 años, Fernanda Nayely González Orozco, es madre de un niño de un año. Tuvo un embarazo difícil, a los 15 años. En su casa no le fue muy bien, tuvo muchos problemas cuando anunció la noticia de su embarazo. Decidió entrar a Casa de la Mujer Hidalguense, después del parto. Desde pequeña, sabe que si no estudia, no podrá avanzar. A pesar de su doble jornada, como mamá y como estudiante, sabe que con entusiasmo podrá salir adelante.
“No es muy fácil, aunque ya tenga el apoyo de mi familia y mi pareja. Me desgasto mucho, pues debo hacer labores en casa y las tareas de la escuela. Casa de la Mujer Hidalguense me ha facilitado poder estudiar, pues conocen mis circunstancias y, como no tenía quien cuidara a mi bebé por las mañanas, la directora autorizó mi entrada por la tarde. Me encanta la escuela, nunca pensé que fuera así, las instalaciones se ven de un nivel alto”.
Agradece la paciencia, tolerancia y solidaridad de sus maestros y compañeras, pues le apoyan cuando no tiene dinero para el pasaje; también, la escuchan, platican con ella. “Eso lo agradezco bastante, porque puedo desahogarme”. Tiene una beca del 100 por ciento, que le otorgó el Club de Mujeres Soroptimistas A.C. Sin la beca, sabe que continuar sus estudios sería un proyecto difícil de realizar.
Fernanda cursa el primer semestre de Puericultura. Al terminar sus estudios en esta institución, quiere estudiar Psicología infantil. En la escuela ha recibido pláticas informativas sobre sexualidad y métodos anticonceptivos, por ello, ha decidido no tener más hijos y usar el método más adecuado, afirma.
“Casa de la Mujer Hidalguense me ha hecho sentir importante, pues me gusta que estén al pendiente de mí. La psicóloga escolar está muy interesada en mi caso y me apoya mucho, me siento con un peso menos. Agradezco a la directora que me brinda su apoyo y esté al pendiente de casos como el mío”.