En respuesta a lo sucedido en días pasados en la cabecera municipal donde un sacerdote fue detenido en estado de ebriedad, el vocero de la vicaría de Tulancingo, Francisco de Jesús Contreras Figueroa, lamentó el incidente en donde estuvo involucrado el párroco encargado de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe en Honey Puebla, José Luis Martínez Sánchez,
Tras calificar el incidente como un error humano, aseguro que el arzobispo Domingo Díaz, ya tomó medidas para que este tipo de incidentes no se repitan, por el momento dijo, el sacerdote continúa en su parroquia, sin embargo si habrá un llamado de atención, «el obispo ya platicó con él, es un asunto delicado y que entra en algo interno entre ellos, mencionó».
Añadió que la arquidiócesis de Tulancingo cumple 150 años y esta es la primera ocasión en que hay un problema, es un hecho lamentable pero todos los demás sacerdotes están en cumplimiento de su ministerio, señaló. Fue un error humano no podemos por ello poner en duda su vocación.
Dijo que por este incidente sería injusto que se catalogara a todos los sacerdotes por igual «si es una situación lamentable que nos da pena, pero no opaca esta situación en particular todo el trabajo que hacen los demás», en la diócesis que cubre parte de Veracruz, Puebla e Hidalgo hay 150 sacerdotes que atienden 100 parroquias.
Al mismo tiempo aclaró que el acompañante del padre involucrado en el alcoholímetro no pertenece al sacerdocio. La semana pasada el párroco en compañía de Mario Cruz, fueron detenidos en un operativo de alcoholímetro cuando jugaban arrancones en la calle Juárez de Tulancingo, además de provocar un incidente con una unidad de transporte público, ninguno de los dos pasó la prueba del alcoholímetro.
De igual manera destacó que hasta el momento no hay reclamos de la feligresía por la conducta del sacerdote. Incluso precisó el obispo tiene un programa de radio y por el momento no hay una sola pregunta cuestionando el hecho. Lo que es cierto es que cada uno es responsable de sus acciones.
Así también solicitó que no por este incidente se catalogue a todos los sacerdotes por igual, sería injusto, refirió, además de que sería en detrimento de los feligreses al alejarse de la iglesia, pero dijo estar consciente en que podría haber algunas personas que se alejen, eso sería lamentable pero sería decisión de cada quien. “Se trabaja en que los feligreses entiendan que cada quien es responsable de su propia salvación, no por ser sacerdote ya tenemos la salvación».