La perforación ilegal en el ductos de Petróleos Mexicanos (PEMEX), es uno de los principales problemas que asechan al país. A pesar de las estrategias que ha implementado la empresa, en conjunto con otras instituciones gubernamentales como la Secretaría de Hacienda, la Secretaría de la Defensa Nacional, así como la Policía Federal y autoridades locales no han sido suficientes para erradicar o disminuir el robo de combustible; de enero a marzo de este año esta actividad ilícita aumento un 37%.
De acuerdo con el último reporte de PEMEX a lo largo de 17 mil kilómetros que conforman esta red se desmantelaron 3 mil 691 tomas clandestinas en los tres primeros meses del año, cifra que superó por 987 perforaciones al primer trimestre del año pasado.
El huachicoleo sigue siendo una actividad fructífera para los delincuentes, sin embargo afecta directamente a las finanzas del país, de acuerdo a los reportes de Petróleos Mexicanos el robo de combustible trajo perdidas económicas superiores a los 30 mil millones de pesos.
Puebla es el principal estado afectado por esta actividad, pues de las 3 mil 691 tomas clandestinas 517 fueron localizadas en ese estado, la segunda entidad donde estos delincuentes se han asentado es Hidalgo, con 455 casos, le siguen Guanajuato, con 415; Veracruz, con 381; Jalisco, con 335; Estado de México, con 315, y Tamaulipas, con 307.
Los huachicoleros siguen intensificando esta actividad a pesar de las medidas que han implementado para frenarlo; el huachocoleo es sancionado con base en una tabla de producto robado y las penas en todos los casos se incrementan, como mínimo con cuatro y hasta seis años de cárcel y multas que van de los cuatro mil a seis mil veces el valor de la Unidad de medida y Actualización (UMA), y los castigos más altos serán de 12 a 17 años de prisión, por el volumen de robo mayor a dos mil litros de combustibles, y con multa de 12 mil a 17 mil UMAs.