— La lumbalgia puede volverse crónica si no es atendida
— La higiene postural, el ejercicio y no cargar pesos, pueden evitar su aparición
El dolor lumbosacro o sacrolumbalgia (dolor de espalda baja) es considerado un problema serio de salud y constituye una causa de incapacidad laboral en un gran número de personas, además que impone tensiones emocionales, físicas y económicas sobre el paciente, por lo que las acciones de salud dirigidas a su alivio que se emplean en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tienen un enfoque multidisciplinario.
La doctora Claudia María Carbajal García, adscrita a la Delegación del IMSS en Hidalgo, explicó que la lumbalgia es un síntoma que puede evolucionar por crisis o ser constante, por ello se presenta tanto de forma temporal, permanente o reincidente. Suele registrarse alrededor de los 45 años en forma de dolor lumbar o espasmo, que se agrava con esfuerzos, la tos, la defecación y el estornudo.
La gran mayoría de los episodios de dolor lumbar son benignos, no incapacitantes y autolimitados; sin embargo, la prevención no sólo debe evitar la aparición del dolor lumbar, sino que una vez que ha aparecido se debe impedir su reagudización y con ello la cronicidad del problema.
La prevención del dolor lumbar contribuye a disminuir sus graves repercusiones socioeconómicas y se basa en tres pilares fundamentales: higiene postural, ejercicios y no cargar pesos inadecuadamente.
Algunas recomendaciones de higiene postural para prevenir la lumbalgia son: utilizar zapatos cómodos con talón bajo (entre 2-5 centímetros); si se tiene que recoger un objeto del suelo, flexionar las rodillas intentando que la espalda esté recta, no inclinarse o flexionar el tronco.
También, sentarse en una buena posición con la espalda recta y alineada, con los talones y parte anterior de los pies apoyados en el suelo y rodillas en ángulo recto; si se está delante de una mesa de trabajo, se debe procurar que la silla esté próxima a la mesa, así se evitarán inclinaciones de la columna hacia adelante.
Al conducir un vehículo, avanzar el asiento hasta llegar a los pedales, con la espalda completamente apoyada y las rodillas en línea con las caderas (ángulo de 90 grados). Al tomar el volante con las dos manos, los brazos tienen que quedar semiflexionados.
Al levantar y transportar objetos se debe doblar las rodillas y no la espalda, levantarse con las piernas, manteniendo el objeto junto al cuerpo, levantándolo solamente hasta la altura del pecho o subir a una silla si hay que colocarlo en alto; al cargar a los niños se debe utilizar cargadores o hacerlo sobre los hombros con la espalda recta; por mencionar algunas opciones.
El IMSS recomienda seguir estos sencillos pasos desde edades tempranas a fin de evitar la aparición de molestias en la columna prematuramente, además de acudir regularmente a revisiones en la Unidad Médica de su adscripción para detectar a tiempo cualquier padecimiento y evitar sus complicaciones.