Aunque en la eliminatoria de la Liga de Campeones de Concacaf los Rayados del Monterrey no tienen mayor exigencia, ante rivales que poco le han exigido y con el boleto a la siguiente ronda en las manos, el hecho es que deben prepararse para jugar dos partidos en tres días y con un viaje de por medio.
La decisión de Víctor Manuel Vucetich sin duda será meter a su cuadro de lujo en el Estadio Hidalgo el próximo sábado para enfrentar a los Tuzos del Pachuca y tratar de mantenerse cerca de la posibilidad de acceder a la liguilla en el Torneo Apertura 2012.
En el campeonato mexicano, con un partido pendiente ante los Rojos del Toluca, la Pandilla marcha en la novena posición con 17 unidades, separados de las Chivas Rayadas del Guadalajara solamente por un gol, pero están al alcance de Monarcas Morelia que también tiene compromiso pendiente.
En la Concacaf, los actuales campeones que también ya preparan su próxima intervención en el Mundial de Clubes, caminan invictos con tres triunfos en igual número de encuentros, tienen nueve puntos, nueve goles a favor y ninguno de los dos cuadros que están en su grupo ha podido anotarle.
La marca perfecta del conjunto regio comenzó justo con el que será su último rival en la tercera fase, el Chorrillo de Panamá, al que venció en la Sultana del Norte por escandaloso 5 – 0. Luego los Rayados visitaron al Municipal de Guatemala y los vencieron por la mínima diferencia, pero cuando lo guatemaltecos estuvieron en suelo mexicano los de Monterrey triunfaron 3 – 0.
Así que el conjunto panameño, sin puntos en su cuenta, con dos goles a favor y nueve en contra, no tiene nada que perder y si rescatar algo de orgullo, al tratar de ganarle a los regios para evitar que terminen la ronda con marca perfecta y sobre todo hacer más decoroso su propio casillero.
Monterrey, próximo rival tuzo, tiene una semana un tanto más complicada que sus adversarios, sin embargo se puede anticipar que su prioridad es el torneo local y que en Pachuca darán la batalla para equilibrar sus números de visita que están en dos victorias por tres descalabros.