Las intensas lluvias que se han registrado durante las semanas pasadas en el territorio nacional han causado estragos en el campo, particularmente en el estado de Hidalgo se reportan al menos 5 mil hectáreas de cultivo dañadas, en la zona del altiplano donde se localiza la mayoría de las tierras de siembra de temporal se superan las 120 hectáreas de cebada dañadas, de las cuales, al menos la mitad de la producción afectada será pérdida total.
Entre las localidades afectadas se encuentran Santa Bárbara, José María Morelos, Tepeapulco, Irolo, Tepetates y Emiliano Zapata municipio donde hay 45 productores afectados y más de 90 hectáreas perjudicadas, el edil Alejandro Gonzales informó que los daños en las tierras se originaron por una tromba la cual provocó inundaciones en las parcelas, ya que el canal de riego conocido como Piedras coloradas que se extiende a lo largo de 15 kilómetros estaba totalmente bloqueado pues llevaba años sin ser desazolvado, una vez ocurrido el desastre y para evitar que empeorara se limpiaron 7.5 kilómetros de este paso de agua.
Por su parte el titular de desarrollo agropecuario municipal Valente Alvarado Gonzales señaló que es la primera vez que les ocurre un desastre de este tipo, pues esta temporada las lluvias fueron más abundantes, el impacto económico de la inundación es alto ya que los campesinos le apuestan todo a su cosecha para poder vivir y algunos la perdieron por completo, ante el difícil panorama se solicitó el pago del seguro catastrófico y el apoyo con semillas o fertilizantes.
Aunque este es un apoyo importante el monto del seguro no representa la recuperación total de lo perdido ya que aproximadamente la semilla, el fertilizante y el seguro cuestan 4 mil 500 pesos por hectárea mientras que el pago aproximado es de mil 200 o mil 300 pesos por hectárea, aunado a esto muchos pequeños productores que no pueden pagar este seguro siembran esperando que todo les salga bien y en caso de un desastre están desamparados, la siembra de temporal sólo se da una vez al año y debe iniciarse en junio o julio, por lo que los afectados deberán esperar al año entrante para volver a sembrar.
A pesar del desazolve y el paso de los días, varias parcelas parecen un charco y las lluvias continúan, lo que hace más difícil la absorción del agua por las tierras saturadas de líquido. Los agricultores que están asegurados deberán esperar un tiempo estimado de un mes para recibir el pago de sus cosechas, el campo sin duda ha sufrido los estragos del clima, el año pasado esta zona del altiplano padeció las heladas así como falta de lluvia y este año el exceso de agua los ha perjudicado.
Uno de los productores afectados Manuel González Rodríguez dijo que él es un pequeño productor por lo cual no cuenta con seguro en sus tierras y ahora que ha perdido gran parte de su cosecha se verá afectado en su economía pues por su edad y debido a que ha dedicado gran parte de su vida a la siembra le es sumamente difícil emplearse en otro lado, así que deberá buscar trabajos temporales, vender algunas cosas y tratar de sobre llevar lo mejor que pueda esta crisis para pode sostener a su familia en espera de que la tierra se seque un poco, el agua ceda y el siguiente año sea benévolo con los agricultores .
Este trabajador de la tierra con tristeza en la mirada manifiesta que este desastre no es culpa de nadie pues el agua que inundo sus tierras bajó de los cerros, ante eso no se puede hacer nada es cuestión de la geografía de la zona, “el de allá arriba es el que ha echado estas tormentas”. Los afectados esperan con paciencia el apoyo para sobrevivir y el año que viene volver a sembrar con toda la esperanza y la fé para sacar sus cosechas, mientras tanto la vida será difícil buscando subsistir y mantener a la familia.