- — Se deja una gran deuda con todos los mexicanos, misma que este gobierno no será capaz de saldar
A unos meses de concluir este sexenio, el diputado del PRI, Oscar Levin Coppel sostuvo que es necesario cambiar la estrategia en materia económica y alertó que de no hacerlo México seguirá condenado a tener tasas de crecimiento mediocre e insuficiente para promover el desarrollo económico, crear los empleos necesarios para dar respuesta a la demanda y contar con las condiciones necesarias para sacar a casi 60 millones de mexicanos en diferentes situaciones de pobreza.
El también Presidente de la Comité del Centro de Estudios de las Finanzas Públicas de la Cámara de Diputados, indicó que la catástrofe económica que se vive en México es evidente, toda vez que en la actual administración federal la tasa promedio el crecimiento anual será de 1.8 por ciento, la más baja de los últimos cuatro sexenios, agregó.
En materia de empleo– dijo — se deja una gran deuda con todos los mexicanos, misma que este gobierno no será capaz de saldar, a pesar de los ofrecimientos hechos.
De ahí que urgió al nuevo gobierno, que emane de la elección del primero de julio, a implementar una estrategia basada en dos pilares para promover el desarrollo económico sostenido: generar empleos bien remunerados y promover una distribución más equitativa del ingreso.
“Es menester fortalecer el mercado interno y diversificar el comercio exterior para aprovechar de manera real los tratados comerciales que se han firmado, y no depender únicamente de lo que suceda en Estados Unidos”, sostuvo.
El legislador priista refirió que durante la presente gestión gubernamental el desempleo se ha mantenido en niveles alarmantes, la economía informal se desborda, la hiriente pobreza aumenta, falta inversión y el crecimiento económico es mínimo, mediocre y profundamente desigual, y resaltó que no se debe olvidar que el compromiso no caduca ni termina al concluir el actual sexenio y los trabajos de la LXI Legislatura.
En el análisis que hizo, señaló que el actual gobierno no ha sido capaz de cumplir siquiera con sus propios objetivos y lo que es peor, parece haber olvidado que en su Plan Nacional de Desarrollo reconoció que “el crecimiento promedio de la economía mexicana ha sido insuficiente para abatir los rezagos económicos y sociales a la velocidad deseada”, razón por la cual se planteó como objetivo crear 800 mil empleos al año y reducir la informalidad, puntualizó.
El compromiso que cualquier gobierno debe tener –apuntó- es promover el crecimiento económico sostenido que garantice empleos de calidad a su población y que promueva una distribución equitativa de su ingreso; sin embargo el actual sexenio dejará una gran deuda con la sociedad en materia de ocupación, pues el 63 por ciento de los jóvenes no tienen acceso a un trabajo formal, por tanto están condenados al sector informar, con baja productividad y sin acceso a los servicios de salud y seguridad social.
Esta precarización ocasiona que el nueve por ciento de la población juvenil no tenga interés en trabajar al perder las esperanzas, por lo que no es sorprendente que en nuestro país existan entre siete y ocho millones de jóvenes que no estudian ni trabajan (ninis), grave problema que, advirtió, puede llevar a perder generaciones completas de trabajadores productivos.
Precisó en cinco puntos la situación alarmante que se padece en materia de ocupación: no obstante que se requieren crear al menos 800 mil empleos anuales, en lo que va del sexenio sólo se han creado 350 mil trabajos formales al año; el 32 por ciento de los empleos nuevos han sido eventuales; las fuentes laborales creadas son precarias y de mala calidad, ya que el ingreso no ha mejorado, pues la proporción de personas que ganan hasta dos salarios mínimos ha aumentado hasta llegar al 36 por ciento, mientras que las que ganan más de cinco salarios mínimos han disminuido para representar tan sólo el ocho por ciento.
Adicionalmente hay más de cuatro millones que no reciben ingreso alguno por su trabajo; la tasa de desocupación pasó de 3.47 por ciento en diciembre de 2006 a 5.33 en febrero de 2012, en tanto que la subocupación es del 8.48 por ciento, lo que incluye a cuatro millones de personas que necesitan trabajar más tiempo para poder obtener mayores percepciones para a atender sus necesidades, y por último, la elevada desocupación ha propiciado que hoy 14 millones de mexicanos se empleen en la informalidad, concluyó.