- Expositores de 42 stands culinarios esperan a comensales con platillos tradicionales de todo el país
El sello que distingue a cada Pueblo Mágico de México comienza, muchas veces, en su cocina. Entre especias, condimentos, aromas y memorias, la gastronomía se convierte en un viaje sensorial que este fin de semana toma forma en el pabellón gastronómico del Tianguis Nacional de Pueblos Mágicos, donde 42 stands ofrecen un recorrido culinario por todo el país.
Bajo el macrodomo del recinto ferial de Pachuca, este sábado 15 y domingo 16 de noviembre, cocineras y cocineros de los 177 Pueblos Mágicos reciben a visitantes con fogones encendidos y recetas que cuentan historias antiguas. Aquí, la comida no sólo se prueba, se vive.
Antojitos: los infaltables
Para Saúl Hernández, expositor gastronómico de Ciudad de México con 14 años de experiencia preparando tacos al pastor, sesos y suadero, el Tianguis es una oportunidad de compartir el sabor que distingue a su región.
“Los invitamos al Tianguis de los Pueblos Mágicos. Es un lugar muy bonito, la gente de Hidalgo es muy buena gente. De verdad, se los recomiendo. Los esperamos cuando gusten”, expresó.
A su alrededor, el ambiente hierve: recetas tradicionales, medicina ancestral, danzas, música, oferta turística y una vibrante mezcla cultural que convierte cada platillo en un retrato vivo de su origen.
Un recorrido para perderse… y encontrarse en el sabor
A cada paso, el olfato guía. En un plato rebosante, unas enchiladas se bañan en crema y queso de rancho, coronadas con hebras de pechuga. Más adelante, tacos de tasajo o cecina de Yecapixtla; Morelos ofrece una cucharada de salsa molcajeteada recién salida del metate. Un destilado de caña —claro, firme, penetrante— se ofrece como un abrazo cálido para los valientes.
Desde Tabasco llega la voz de Jaqueline Pérez Jiménez, cocinera tradicional que defiende la herencia culinaria de su tierra:
“Para mí el Tianguis es muy importante porque, a través de ello nosotros vamos y damos a conocer los platillos que tenemos en nuestros pueblos, en nuestra región, en nuestro estado, más que nada. Tabasco tiene mucho que ofrecer y tenemos que salir nosotros para que la gente sepa qué es lo que existe en nuestro pueblo”.
“Esa es nuestra tarea como cocineras tradicionales: enseñarles a nuestros hijos y darle a conocer al público cuáles son los platillos tradicionales para que no se pierda. Esto es un legado”, agregó.
Las parrillas sustituyen al tradicional estufón, manteniendo calientes las verdolagas con carne de puerco que acompañan un pipián con pollo o un mole negro con pollo que viajó desde Oaxaca, junto con unas deliciosas tlayudas con chapulines y unas enchiladas potosinas. El recorrido es largo, alegre y sabroso: bebidas frescas apagan el picor de un taco de cecina con chile toreado.
Para Isaías Sánchez, productor de caña de azúcar de Querétaro, estos encuentros son esenciales: “Estos eventos nos dan la oportunidad de poder dar a conocer nuestros productos a nivel nacional e internacional y proyectar, ahora sí que proyectar al campo, proyectar nuestros productos, resaltar esa riqueza natural, cultural y, en todos los aspectos, nuestras tradiciones”, comentó.
Lo dulce que honra a México
El viaje culmina con pan típico de diversas regiones, donde cada migajón rinde homenaje al horno que lo vio nacer. Cada pieza cuenta historias que endulzan el corazón y que se disfrutan mejor con un sorbo de café tostado o chocolate espumoso, ese que invita a “chopear” como último tiempo de un gran banquete.
Porque en el Tianguis de Pueblos Mágicos, México no sólo se observa o se escucha: se saborea; y cada platillo es una historia servida sobre la mesa, lista para ser contada y, sobre todo, para ser disfrutada.



