- En el marco de la celebración de su día, entregó la Presea al Mérito Jurídico 2025 “Alfonso Cravioto Mejorada”
- Se pronunció por entender lo profundamente humano que significa el ejercicio de esta profesión
- Reconoció la colaboración del Colegio de Notarios en la construcción de un mejor Hidalgo
Ser abogada o abogado implica entender lo profundamente humano que es el ejercicio de esta profesión pues, más allá del conocimiento jurídico, el trabajo de las y los defensores es la expresión del anhelo por construir un mejor estado, defender causas justas y dignificar a las personas, manifestó el gobernador Julio Menchaca durante el evento del Día de la Abogada y el Abogado.
En presencia de representantes tanto de los tres poderes, órdenes de gobierno y asociaciones de abogados, el mandatario entregó la Presea al Mérito Jurídico 2025 “Alfonso Cravioto Mejorada”, a la jurista Adela Hernández Serrano, quien, con más de 50 años de experiencia, se ha distinguido por su vocación, integridad y compromiso con el derecho.
Resaltó el compromiso que tiene el Colegio de Notarios, así como su sentido de solidaridad, en la construcción de una mejor sociedad hidalguense. Señaló que recientemente se unieron a las Rutas de la Transformación y brindan apoyo a la población en los Servicios para el Pueblo.
La carrera de licenciado en derecho, es ser abogado, eso es lo mejor que existe, expresó Julio Menchaca.
Al recibir este galardón, la maestra Adela Hernández aseguró que Hidalgo se ha consolidado como un semillero de ilustres abogados, como Alfonso Cravioto Mejorada; además, recordó la integridad con la que sus maestros y maestras compartieron sus conocimientos, lo cual fue clave para forjar en ella el respeto por los valores fundamentales de esta profesión.
“Quiero refrendar con las generaciones de abogadas y abogados más jóvenes mi pasión, orgullo y respeto por el Derecho. Recordemos que la abogacía es una vocación de servicio, no un mero ejercicio profesional”, finalizó.
Trayectoria
La galardonada, quien tiene una carrera ejemplar en el Poder Judicial del Estado de Hidalgo. Inició como abogada postulante en 1976 y, tras años de servicio, retomó esta labor en 1997, desempeñándose hasta la fecha.
A lo largo de más de cinco décadas, ocupó diversos cargos como jueza mixta de Primera Instancia en distritos como Mixquiahuala de Juárez, Huichapan, Zimapán y Metztitlán, entre 1981 y 1995. También se desempeñó como jueza Civil y Familiar en Tula de Allende, Tulancingo y Pachuca, donde destacó por su profesionalismo y compromiso con la legalidad.
Entre 1995 y 1997, fue secretaria particular de la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del Estado de Hidalgo, cargo que consolidó su experiencia y liderazgo institucional. Desde 1999, forma parte del Colegio de Abogadas y Abogados del Estado de Hidalgo, consolidando su papel como referente del derecho en la entidad.
