- Llegan al estado junto con sus padres
«Viajar con niños es más complicado, te mueves más lento, se enferman más fácilmente, uno se aguanta el hambre, pero ellos piden algo de comida», señaló Lizeth Hernández migrante Hondureña que esta varada desde hace días en Bojay municipio de Atitalaquia, esperando el paso del tren que la acerque a un más a la frontera con Estados Unidos.
La mujer viaja con sus dos hijos, un niño de 15 años y una niña de 4, «apenas hoy pudimos comer, nos dieron frijoles, y pasta con caldo», indicó.
Karen también de Honduras, viaja con sus tres hijos, de 4, 7 y 10 años de edad, y no pudo subirse al tren por qué pasó muy rápido, «solo nos quedamos mirando, no pude subir con mis hijos, no corren lo suficiente para poder alcanzarlo», señaló, esperando el paso de otro tren que pueda abordarlo.
En la casa del migrante El Samaritano al medio día, les dan un plato de comida y un vaso de agua, y en muchas ocasiones es el único alimento que prueban en todo el día.
Son decenas de familias con niños pequeños que están varadas en Hidalgo, el tren pasó muy rápido, y sólo los grupos de hombres que viajan sin familia pueden correr y treparse en la bestia.

