Una lechuza campanario y cinco de sus huevecillos fueron rescatados por personal de medio ambiente de Tecámac, Estado de México.
De acuerdo con las autoridades, el ave se encontraba aún costado de la zona de obras de modernización de la autopista México-Pachuca, a la altura de Rancho Azul y tras varias maniobras se logró rescatar la lechuza junto con sus huevecillos.
La lechuza fue canalizada a un centro de atención animal por la Dirección General de Ecología y Administración del Medio Ambiente municipal.
Aunque ya no es común escuchar su canto o verlas, la lechuza campanario es uno de los animales nocturnos más comunes en Tecámac y zonas aledañas.
De noche salen de sus escondites para buscar terrenos despejados para cazar, en la ciudad las lechuzas buscan parques o terrenos baldíos donde abundan los roedores pequeños, su principal fuente de alimento. Gracias a su buen oído y excelente visión, las lechuzas pueden encontrar a sus diminutas presas aún en pastos altos o cuando la luz es prácticamente nula.
A pesar de ser un ave tan común, la lechuza de campanario está en peligro de extinción, por toda su carga simbólica, muchas personas la consideran de mala suerte. De hecho, hace un par de años hubo una especie de persecución de lechuzas, pues las leyendas locales decían que no eran aves nocturnas sino brujas que se disfrazaban durante la noche para robar niños.
