Rosario Robles, extitular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) en el Gobierno de Enrique Peña Nieto y que lleva más de un año en prisión preventiva por el caso de desvío de fondos públicos conocido como “La Estafa Maestra”, aseguró este lunes ser prácticamente una “rehén” por no haber colaborado con la Fiscalía General de la República (FGR).
“Llevo más de un año privada arbitrariamente de mi libertad. La prueba más contundente es la confesión pública del propio Fiscal General de que prácticamente me tienen como una rehén ‘porque no he querido colaborar’”, acusó Robles a través de una carta escrita a mano y publicada esta mañana en su cuenta de Twitter.
A unas horas de que se realice una nueva audiencia contra ella, la ex funcionaria dijo que no declarará ministerialmente en contra de ex compañeros de gabinete para obtener beneficios en su caso.
“También sé que lo que pretenden para que yo tenga mi libertad (como en otros casos) es que señale como responsables ex colegas míos, de mayor jerarquía en el gabinete del sexenio pasado, con el objetivo de dirigir hacia ahí sus baterías (…) No quiero que se abran estas pesadas puertas con la mentira y la falsa delación disfrazada de testigo colaborador”, enfatizó.
Declaró que «nada se gana utilizando la justicia, este preciado bien, para vendettas. Esto no es propio de la izquierda. Tampoco tiene nada que ver con la República Democrática que muchos queremos defender y por la que hemos luchado toda la vida».
Robles fue detenida el 13 de agosto del 2019, después de que el juez Jesús Delgadillo Padierna dictó prisión preventiva contra la ex funcionaria por riesgo de fuga.
El pasado 26 de agosto, la Fiscalía General de la República solicitó una pena de 21 años contra la ex titular de la Sedesol y de la Sedatu por el desvío de recursos señalados en el caso de la Estafa Maestra.