Este miércoles Joaquín Guzmán Loera “el Chapo”, líder del cártel de Sinaloa, fue sentenciado en una corte federal de Brooklyn, Nueva York a cadena perpetua, tras haber sido declarado culpable de 10 cargos relacionados con narcotráfico. Además, el tribunal le dictó 30 años más de prisión por violencia con armas y lavado de dinero.
Guzmán Loera, de 62 años, fue encontrado culpable en febrero de traficar toneladas de cocaína, heroína y marihuana y de liderar operativos de asesinatos múltiples como el jefe del Cartel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más violentas de México.
En el juicio contra el líder de Sinaloa se aportaron pruebas y testimonios de 56 testigos para sostener los 10 cargos en su contra. Entre los testigos, hubo 14 excolaboradores que testificaron ante las autoridades estadounidenses contra del Chapo.
Antes de conocer su sentencia, el narcotraficante mexicano leyó una carta ante la Corte donde se quejó de la justicia estadounidense argumentando que se le negó un juicio justo a los ojos del mundo entero, y denunció que fue sometido a un trato “cruel e inhumano” durante sus 30 meses de confinamiento en Estados Unidos.
El Chapo llegó a ser el hombre más buscado por Estados Unidos tras la muerte de Osama Bin Laden y es el mayor capo del narcotráfico extraditado y enjuiciado en ese país.
Con esta sentencia termina el proceso legal en contra de El Chapo, quien fue capturado en enero de 2016 y extraditado a Estados Unidos en 2017; El Chapo pasará el resto de sus días en una prisión de máxima seguridad en Estados Unidos y hoy fue la última vez que el público y sus familiares lo volvieron a ver en persona.
Desde su extradición en 2017, ha estado aislado en su mayor parte del mundo exterior. Conscientes de su historial de fugas de prisiones mexicanas, las autoridades estadounidenses lo han mantenido en aislamiento en una cárcel de Manhattan y vigilado de cerca en sus comparecencias en el tribunal de Brooklyn.