México es el segundo país más peligroso para ejercer el periodismo; de 2010 a 2017 la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) reporta 74 homicidios de comunicadores y 52 atentados contra instalaciones de medios de comunicación a partir de 2006.
Las agresiones contra periodistas en el país se han incrementado de forma muy alarmante sólo el año pasado, en México 12 comunicadores perdieron la vida: Cecilio Pineda, Ricardo Monlui, Miroslava Breach, Maximino Rodríguez, Javier Valdez, Salvador Adame, Edwin Rivera, Luciano Rivera, Candido Ríos, Edgar Esqueda y Gumaro Pérez, fueron los doce periodistas que perdieron la vida en 2017 en México y la mayoría de estos casos siguen impunes; solo el 10% de los casos fueron resueltos.
En lo que va del año tres periodistas han sido asesinados en el país: el del tamaulipeco Carlos Domínguez; Pamela Montenegro, de Guerrero, y Leobardo Vázquez, de Veracruz.
De acuerdo con la CNDH los estados más peligrosos para ejercer esta profesión son Guerrero, Veracruz, Oaxaca, Tamaulipas, Chihuahua y Sinaloa.
La Fiscalía Especial para la Atención de Delitos cometidos contra la Libertad de Expresión (FEADLE) atiende en promedio 350 denuncias al año de las cuales el 45% siguen siendo por amenazas, seguido por el abuso de autoridad, lesiones y el daño en propiedad ajena.
La presencia de grupos delictivos, la impunidad y la corrupción que se vive en México son un factor fundamental que afecta a los periodistas de nuestro país, convirtiéndolos en blanco de amenazas y agresiones en función de su trabajo.