Retrasos y cancelaciones en vuelos son asunto constante con el que batallan cientos de usuarios de aerolíneas, quienes hasta ahora sólo han podido externar sus quejas y en todo caso lograr acuerdos particulares de acuerdo a la presión que puedan ejercer.
Para que las compensaciones por estas molestias no sean cuestión de arreglos particulares o no existan, la Cámara de Diputados ha aprobado reformas a la Ley General de Aviación que benefician a los usuarios, cuando las complicaciones en los vuelos son atribuibles a las aerolíneas.
Según el acuerdo, que sigue su proceso legislativo en el Senado de la República, cuando exista un retraso de entre una y cuatro horas en un vuelo, la empresa responsable tendrá que cubrir gastos de alimentos y bebidas, además de una compensación no menor a 7.5 por ciento o descuentos por ese orden para vuelos posteriores.
Si la demora es mayor de ese tiempo el vuelo podría darse por cancelado, en cuyo caso la empresa deberá reintegrar al usuario el total del costo del boleto, además de una compensación no menor del 25 por ciento y facilitar por todos los medios a su alcance un transporte sustituto del vuelo contratado.
Si la estancia del pasajero se prolongara por la cancelación del vuelo, la línea área deberá cubrir los alimentos y bebidas que correspondan al tiempo que esta dure, además de alojamiento en el hotel del aeropuerto o de la ciudad de que se trate, así como facilitarle uso de teléfono y envío de correos electrónicos.
En el dictamen de la Comisión de Transportes también se estipula que los pasajeros podrán trasladar como mínima 25 kilogramos sin caro extra en aeronaves con capacidad para 20 pasajeros o más y 15 kilogramos en aviones de menor capacidad. Para que estos y otros cambios que considera esta reforma entren en vigor se requiere que los Senadores los aprueben antes del 30 de abril en que culmina el periodo ordinario, de otra forma sería hasta septiembre cuando se analizarían.