La brecha entre el salario mínimo y la canasta básica se redujo de 16 a nueve pesos, gracias al aumento a 80 pesos que empezó a operar desde inicio de este año, sin embargo la distancia se ha vuelto a incrementar con el aumento al precio de las gasolinas que ha encarecido diversos productos básicos.
Así lo consideró Salomón Chertorivski, secretario de Desarrollo Económico del gobierno de la Ciudad de México, quien propuso que un apoyo real a la clase trabajadora para volver a cerrar la brecha y aumentar su poder adquisitivo es incrementar a 91 pesos el salario mínimo.
El funcionario capitalino detalló que la propuesta obedece a datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) que arrojan que 91 pesos diarios es lo que necesita un trabajador y un dependiente económico para tener tres alimentos al día.
Aunque el salario mínimo alcanzara el nivel que propone Chertorivski, esa cantidad sólo permite a un par de personas hacer tres alimentos, según cifras oficiales, sin embargo de un trabajador no sólo depende una persona y comer es sólo una de las necesidades de las personas.
Ingresos de ese nivel no permiten a las familias mexicanas adquirir bienes duraderos, tampoco el acceso al esparcimiento y menos aún afrontar eventuales situaciones emergentes o enfermedades crónicas en alguno o algunos de sus miembros.