Especialistas disertaron sobre violencia política, acoso callejero, violencia cibernética
Durante el segundo día de actividades del Diálogo Regional Intercambio de buenas prácticas: Desafíos y nuevos retos para la erradicación de la violencia contra las mujeres, se llevaron a cabo diversas mesas de diálogo y conferencias magistrales, entre ellas “Temas emergentes en materia de violencia contra las mujeres”.
Ésta tuvo como ponentes a Erika Smith de Dominemos la Tecnología. Violencia cibernética; Alice Junqueira del Observatorio contra el Acoso Callejero de Chile; Carlos Javier Echarri, quien es asesor regional en estadísticas de género de ONU Mujeres en México y Darsy Araya, Ministerio de la Condición de la mujer en Costa Rica. Estuvieron moderados por Nayeli Sánchez de UNODC y Yucari Millán de Habitajes A.C.
Como puntos más relevantes fueron la violencia política y el acoso callejero. El primero de ellos no es un tema emergente, sin embargo es América Latina la región que más trabaja para erradicar, evitar y sancionar la violencia a las mueres, a través de la convención Interamericana Belem do Pará, dado que es un fenómeno que no sólo afecta este continente, sino que han sido registrados casos a nivel global.
Se habla de que una forma de actuar en contra es el saber identificar las alertas y posteriormente documentarlas, nunca ignorarlas, esto llevará a la realización de protocolos y buenas prácticas, ya que una legislación no sólo se trata de aprobar una ley, se trata de hacer cumplir esa ley.
El segundo punto: el acoso callejero, se ha tratado como un tema común en países latinoamericanos, ya sea en el transporte público, en plazas públicas, entre otros rubros y es, precisamente ahí, donde surge la actual visibilidad del problema.
Así mismo viene de las movilizaciones de la sociedad civil, como parte de la evolución de las demandas históricas constantes para modificar las dinámicas patriarcales y machistas de nuestras sociedades. De la percepción de que no había espacio para hablar de ello, pues la práctica era naturalizada, no había espacio para denuncias.
Para lograr la invisibilización de este fenómeno es necesaria la percepción que las desigualdades de género se repiten en los espacios públicos. Fue en el año 2013 que se aborda explícitamente el acoso callejero en Latinoamérica y es a partir de ese momento que varios países combaten este tipo de violencia con la creación de comunidades para la recolección de testimonios y apoyo a las víctimas, todo seguido de una campaña online y bombardeo en redes sociales.
Dentro de los retos que ambos problemas implican son el incorporar la interseccionalidad, es decir hablar de la violencia y de desigualdades de género, la vinculación con la temática de la movilidad no sólo física, la vinculación con el planteamiento urbano de infraestructura, vinculación con el derecho a la ciudad, así como la vinculación con la temática de la autonomía de los cuerpos.
La violencia relacionada con la tecnología, diferente al ciberbullying, pues incluye el acoso, monitoreo y vigilancia (vía GPS o redes sociales), engaño, amenazas, acecho y la difusión de información privada o íntima sin consentimiento de la mujer, surgido del sexting.
Englobadas en este tipo de violencia afecta la libertad de expresión, de asociación y acceso a la información específicamente, además de impactar en el acceso y trato laboral, también en el ejercicio de la ciudadanía, entre otras.
ONU Mujeres creó en 2010 un programa piloto llamado “Ciudades y espacios públicos seguros para las mujeres y niñas” donde la Ciudad de México, Puebla y Torreón serán partícipes en próximos meses, por medio de este programa se pretende hacer un enfoque seguro en transporte, la recuperación de espacios públicos y universidades, en conjunto de una campaña de prevención con énfasis en nuevas masculinidades y cambios socioculturales.