Con la finalidad de obtener buenas cosechas, buen tiempo, trabajo y bienestar para los pobladores de la comunidad se realizan en la localidad de El Espíritu perteneciente al municipio de Alfajayucan los tradicionales naranjazos, recordando una tradición con una antigüedad de cientos de años, chicos y grandes participan gustosos en esta celebración donde vestidos con trajes típicos y protegidos solo con un sombrero de palma y una bolsa de naranjas libran una ardua batalla.
Los festejos del carnaval se realizan antes de semana santa en las comunidades de Xamagé, San Antonio Corrales, El Boxthó y El Espíritu donde se libran los populares encuentros a naranjazos siendo la última localidad la más popular y con mas visitantes debido a la dedicación que sus habitantes ponen en este ritual en el que combaten 6 grupos de 40 personas armadas con 25 naranjas o mandarinas.
El día de los naranjazos toda la comunidad participa, se inicia con la barrida de la iglesia para alejar a los malos espíritus del año anterior se limpia con incienso con la esperanza de que haya salud, buenas cosechas y unidad para las familias de la comunidad, se realiza una misa en punto de las dos de la tarde donde se ofrendan flores, posteriormente se bajan dos cruces elaboradas con flor de cempasuchitl que cuelgan del campanario de la iglesia.
Posteriormente se realiza un ritual de purificación en el centro de la explanada de la iglesia y se ondean las banderas de las comunidades que participaran en los naranjazos, la población al ritmo de la banda recorre el pueblo acompañados por los tradicionales toritos que serán encendidos por la noche.
Después todos se reúnen en el campo de batalla, aquí todos se saludan de mano y se dan un abrazo, los mejores tiradores de cada grupo compiten para derribar una botella, el ganador se lleva como premio una botella de tequila y el derecho de lanzar el primer naranjazo, inician los niños quienes se enfrentan a sus rivales con mandarinas, continúan las mujeres mostrando su puntería contra sus vecinas.
Todos los participantes visten con una especie de falda y blusa de satín de colores vivos, huaraches, una bolsa de mandado con naranjas y un sombrero de palma para protegerse la cabeza de los golpes, durante las batallas la banda toca sin parar y el publico observa expectante a las orillas del campo de batalla cuidándose de no recibir un naranjazo.
Terminan el combate los hombres quienes sin camisa luchan contra sus vecinos arrojándose con gran fuerza las naranjas que se rompen en sus cuerpos, una vez concluido el encuentro los participantes se dan un abrazo, este festejo se realiza para conmemorar la rivalidad que en antaño existía entre las comunidades quienes se peleaban utilizando piedras, ahora han deicidio hacer una recreación utilizando naranjas y mandarinas.
Los participantes cumplen una manda y deben acudir al encuentro durante 7 años seguidos pues es una promesa que le realizan a su comunidad, no hay molestias ni malestares por los golpes recibidos con la fruta, todo se queda en el campo de batalla, es un encuentro transmitido de generación en generación que se enseña a los mas pequeños para no perder las raíces ni olvidar de donde se viene, además de pedir una buena cosecha para todos.